PP y Vox bajarán impuestos a los valencianos pese a la ruinosa herencia presupuestaria de Puig
El Gobierno de Ximo Puig deja a Vox y PP un margen de maniobra de poco más de 22 € de cada 100 presupuestados
Puig deja a Mazón una deuda de 55.000 millones tras ocho años de socialismo: 10.777 € por valenciano
Puig gastará más en pagar los intereses de la deuda que en los objetivos de 11 de sus 12 consejerías
Partido Popular y Vox, los dos partidos que conformarán el gobierno valenciano en virtud del pacto sellado este jueves, bajarán los impuestos a pesar de la ruinosa herencia recibida de después de ocho años de socialismo en la Comunidad Valenciana y, muy especialmente, después de que se conociera que el Ejecutivo saliente, el presidido por Ximo Puig, tiene comprometidos 23.821,23 millones de euros de los 30.314,14 millones del presupuesto de este 2023, lo que supone el 78,58%, según consta en el visor presupuestario de la Generalitat Valenciana. Así, el nuevo gobierno sólo tendrá hasta final de año un escaso margen de maniobra de 22,42 euros de cada 100 euros presupuestados.
Esta situación supondrá un tremendo esfuerzo para PP y Vox, pero «de lo que se trata es de sacar a los valencianos del infierno fiscal de Ximo Puig y de que vivan mejor que hasta ahora», según ha explicado a este respecto Rubén Ibáñez, que durante la legislatura que ahora concluye ha sido el portavoz de Hacienda del Grupo Popular en las Cortes Valencianas.
La situación en que PP y Vox recibirán la Generalitat de manos del PSOE de Ximo Puig, Compromís y Podemos es realmente complicada, porque con esas cifras en la mano, que suponen un gasto hasta la fecha de 5.936,70 euros por habitante, a populares y Vox les queda un margen escaso de maniobra para este ejercicio: sólo dispondrán de poco más de 22 euros de cada 100 presupuestados.
Según ha explicado Ibáñez, a pesar de este gasto «la ejecución en inversiones productivas no se ha desarrollado» y sí «mucha aceleración en medidas populistas en campaña», por lo que el PP teme que el problema no sólo se circunscriba a los gastos, sino también a «impagos» a los que se tendrá que hacer frente.
Pero la decisión de PP y Vox de bajar los impuestos a los valencianos es firme. De hecho, ambos partidos han decidido llevar a cabo esa bajada de impuestos no sólo a nivel autonómico. También, en los municipios en que gobiernen.
Así, el acuerdo en Elche rubricado por PP y Vox en la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana y tradicional feudo socialista, incluye una bajada progresiva de impuestos municipales a todos los ilicitanos.
En Valencia, donde María José Catalá gobernará en solitario con los 13 concejales de la lista del PP, la que será alcaldesa este sábado también va a acometer una bajada de impuestos, con una modificación de las ordenanzas municipales para que sean ejecutivos en 2024.
En el caso autonómico, el acuerdo de gobernabilidad incluye, también, entre la relación de 50 medidas presentadas este miércoles, la «reducción drástica del IRPF en todos sus tramos, especialmente a los salarios medios y bajos», así como la eliminación de los impuestos de sucesiones, donaciones y patrimonio. En su conjunto, se trata de medidas que formaban ya parte del plan Mazón para reducir considerablemente la carga fiscal sobre los valencianos.
Según ha publicado OKDIARIO, la deuda pública de la Generalitat Valenciana en diciembre de 2022 ascendía a 55.032 millones de euros, si bien en los primeros tres meses de este año 2023 ha crecido aún más. En concreto, en otros 400 millones de euros, aproximadamente. Desde que Ximo Puig fue proclamado presidente de la Generalitat en 2015, la deuda ha crecido en 13.000 millones de euros. Y la de cada valenciano se eleva, según esas cifras, hasta los 10.777 euros.