Detenido un grupo de sicarios colombianos por el intento de asesinato de un empresario en Valencia

Agentes de la Guardia Civil han detenido a cuatro personas, tres varones y una mujer, todos ellos colombianos, de edades comprendidas entre los 24 y los 63 años, por el intento de asesinato de un empresario en la localidad valenciana de Puzol. Según la Guardia Civil, se trata de un grupo de sicarios que iban a cobrar 30.000 euros por acabar con la vida del citado empresario. De esa cantidad, habían recibido la mitad, 15.000 euros, en concepto de adelanto. No recibieron el resto al no haber ejecutado el crimen, según las mismas fuentes.

El atentado, como se puede ver en el vídeo de la Guardia Civil al que ha tenido acceso OKDIARIO, tiene lugar cuando un vehículo se detiene. Tras él, va una motocicleta con dos varones, que se sitúa a su altura. Una vez el conductor abre la puerta, la mano de uno de las personas que van en la motocicleta se alarga. Es supuestamente el momento del disparo. Finalmente, la puerta del coche se cierra y su ocupante lo arranca y se marcha. Tras él, va la motocicleta.

A los tres varones se les imputa un presunto delito de asesinato en grado de tentativa. Y, a los cuatro detenidos, los de supuesta pertenencia a grupo criminal y tenencia ilícita de armas. El Juzgado de Instrucción Número 1 de la también localidad valenciana de Massamagrell ha decretado el ingreso en prisión provisional de los varones y para ella la libertad con medidas cautelares. Los hechos se produjeron en diciembre de 2022.

En la posterior inspección ocular del lugar de los hechos, los agentes hallaron un casquillo de arma corta de munición metálica de percusión anular del calibre 22 y un proyectil de plomo, deformado tras el impacto.

La Guardia Civil identificó más tarde la motocicleta utilizada. Y ese hallazgo fue capital, porque llevó a descubrir que se trataba de un grupo de sicarios colombianos asentados en la provincia catalana de Gerona y en la de Valencia.

Según la Guardia Civil, durante los tres meses previos a atentar contra la vida del empresario, éste y su entorno habían sido objeto de esporádicas vigilancias para conocer zonas, horarios y hábitos de la víctima. Y también vías de acceso, huida y cuál era el lugar idóneo para llevar a cabo la tentativa.

Una mujer se encargaba de dar cobertura a los sicarios para ocultar el arma de fuego, según los agentes. Ella recibía pagos periódicos de un intermediario a través de una aplicación de transferencias inmediatas.

Como se ha dicho, el grupo de sicarios ya había percibido 15.000 euros en concepto de adelanto. Tenían previsto terminar con la vida del empresario este verano. Como uno de los miembros del citado grupo convalecía de una cirugía, ellos mismos habían buscado un sustituto que iba a viajar desde Colombia.

La Guardia Civil ha desarticulado al grupo al completo. Ha efectuado, además, cinco registros domiciliarios. Tres de ellos en la localidad catalana de Figueres y otros dos en Sollana, en Valencia.

En esos registros, han sido localizadas e intervenidas dos armas de fuego cortas y municionadas, una con silenciador. Además, han encontrado una tarjeta de visita con el teléfono y la dirección de la víctima, un plano de Puzol, la motocicleta utilizada en el atentado y un turismo que les daba cobertura.