CRISIS SOCIALISTA

La caída de Santos Cerdán deja a Morant sin su valedor en Ferraz y sin garantía de seguir hasta 2027

La caída de Cerdán se produce cuando mayores son las dudas acerca de la idoneidad de Morant para ser su cartel electoral

Diana Morant Santos Cerdán
La actual secretaria general de los socialistas valencianos, Diana Morant.
Ignacio Martínez

La caída del hasta ahora todopoderoso secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, tiene también importantes efectos colaterales en las comunidades autónomas. Y, muy especialmente, en la Comunidad Valenciana. Santos Cerdán fue quien impuso a Diana Morant como única candidata a dirigir el PSOE valenciano en el Congreso de 2024. Incluso, obligó a dejar el camino libre a los otros dos candidatos, que eran favoritos.

Tras la caída de Santos Cerdán, el gran valedor de Diana Morant, nadie asegura que la ministra de Universidades siga hasta mayo de 2027. Y sí hay quien comienza a plantearse la necesidad de un relevo en la cúpula socialista valenciana. Existen dudas en sectores del socialismo valenciano acerca de la idoneidad de Diana Morant para que encabece el cartel electoral del PSPV en las Autonómica de 2027.

Las dudas no son nuevas, pero comienzan a conocerse tras la caída de Santos Cerdán. Y tienen su origen en que hay quien piensa que Diana Morant hubiera tenido francamente difícil, por no decir imposible, ganar unas Primarias socialistas en la Comunidad Valenciana frente a Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler sin la intervención de Santos Cerdán. De hecho, Cerdán fue expeditivo. No intervino para decantar apoyos, sino para que Diana Morant se quedara sola como candidata.

Sobre todo, contra el primero. Carlos Fernández Bielsa es el valor emergente del socialismo valenciano tras la caída de Ximo Puig y alcalde de Mislata. Pero, el dedo de Santos Cerdán, en enero de 2024, en una reunión en Ferraz, apuntó a Diana Morant. Y Soler y Bielsa aceptaron retirarse de la carrera para dirigir el PSPV. Se da la circunstancia de que sólo un mes antes, en diciembre, precisamente Santos Cerdán se había comprometido públicamente en Elche a aceptar la decisión de los socialistas valencianos en las urnas sobre el sustituto de Ximo Puig. No lo hizo.

En esa nueva estructura, Bielsa quedó como vicesecretario general de la nueva Ejecutiva de Diana Morant. Pero, cuando tocó renovarla en enero, Diana Morant dio a elegir al alcalde de Mislata la vicesecretaría de la dirección autonómica o la presidencia provincial de Valencia. Bielsa eligió este último. Sólo 24 horas después de esa charla, Diana Morant presentó un candidato contra Bielsa en las elecciones socialistas para dirigir el PSOE de la provincia de Valencia. Hubo elección y Bielsa venció al candidato de Diana Morant. Y, por tanto, a ella. Un signo de debilidad política enorme en un momento crítico.

Desde ese momento, y hasta ahora, Diana Morant ha sido respetada internamente porque había llegado a la secretaría general del PSOE valenciano de la mano de la cúpula de Ferraz: Pedro Sánchez y Sántos Cerdán. Pero, la caída de Cerdán, la inestable situación de Sánchez y el recuerdo de que se trata de una secretaria general de los socialistas valencianos impuesta desde Madrid la sitúan en una posición muy difícil. Su continuidad, más allá de unos meses, no está asegurada.

El argumento primero en contra de su continuidad es exactamente el mismo que tras ser elegida secretaria general de los socialistas valencianos: su debilidad interna. Y, también, las dudas que genera su tirón electoral como cabeza de cartel en un territorio en que pese a ser el suyo no es suficientemente conocida.

Diana Morant cuenta, a su favor, con el apoyo de otro grupo muy poderosos en el socialismo valenciano: el clan de Gandía. El mismo que aupó al poder a Ximo Puig hace ya casi dos décadas. Y que consiguió que con Diana Morant ampliamente derrotada en las urnas de Gandía por el PP, ella acabase como alcaldesa y con los populares en la oposición.

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