El camino hacia ‘Avengers: Endgame’: ‘Thor: El mundo oscuro’, entretenimiento y poco más
‘Thor: El mundo oscuro’ forma parte de la Fase 2 del Universo Cinematográfico de Marvel, y es también la segunda película de la trilogía dedicada al Dios del Trueno, que si bien seguía demostrando un poder innegable, todavía no nos había dejado con la boca abierta. Ese estado llegaría cuatro años más tarde, con el ¿final? de su trilogía. ‘Thor: Ragnarok’ tuvo tanto éxito que no se deja de hablar de una cuarta película desde entonces. Pero retrocedamos al pasado.
En ‘Thor: El mundo oscuro’, nuestro protagonista se enfrenta a la difícil tarea de devolver la paz y el orden al cosmos, a los Nueve Reinos, sumidos en la destrucción. Parece un mal momento como para que renazca una antigua raza, los Elfos Oscuros, que tienen como fuente de poder el Éter, una sustancia que -más adelante descubrimos- no es otra que la Gema de la Realidad. Pronto empezamos: aquí tenemos la famosa continuidad de Marvel. Ya en 2013 Thor las estaba persiguiendo, aun sin saberlo.
En este caso, porque el Éter había terminado introduciéndose en el cuerpo de Jane Foster, científica y amor terrícola de Thor. “Qué casualidad”, se ha dicho de manera repetida durante todos estos años. En un intento por incluir todos los elementos que giraban en torno a Thor en esta película, se nos terminó dando un cliché más que visto en el mundo del cine. Sin demasiada originalidad y con muy poco riesgo. Quizá con esta decisión empezaran los problemas para ‘Thor: El mundo oscuro’.
Siempre defenderé que funciona como película. Como todo lo que se ha hecho el Universo Cinematográfico de Marvel, este film es entretenida y divertida. Para quien busque algo que ver una tarde de domingo sin pensar demasiado, es una elección ideal. Y además tiene a Loki, interpretado por un Tom Hiddleston en estado de gracia que nos ha brindado varios de los mejores momentos. En este sentido, tiene escenas a la altura del UCM: el funeral de Frigga es precioso, el cameo de Capitán América encantó y la dinámica Thor – Loki es fantástica, algo por lo que deben llevarse méritos tanto los guionistas como los intérpretes.
Ahora bien: es una pena que se haya quedado en poco más que una película que ver un domingo por la tarde, con todo lo que es Thor y su mundo.
El principal problema de ‘Thor: El mundo oscuro’ tiene que ver con esa ausencia de originalidad y de riesgo, y también con un guion que se tambalea en ciertos momentos. Es una película correcta, pero es inevitable pensar en varios tramos que carece de la chispa que tienen otras, a la que nos hemos acostumbrado y que siempre echaremos en falta cuando no esté. Marvel aplicó la fórmula conocida, fórmula que funciona, pero no hicieron mucha magia con ella.
Ni hicieron mucha magia con un Thor casi ausente. Siempre que caigo en esta película (y caigo bastante), siento que la historia está muy poco centrada en el protagonista. Siento que casi no disfrutamos de él. Siento que no lo vemos hacer otra cosa que pelear y estar enamorado. No renunciaré a una cosa ni a la otra, sobre todo si esas batallas incluyen los momentazos que vimos a partir de ‘Thor: Ragnarok’, pero me hubiera gustado ver una película en la que se concediera más valor al personaje, y que no fuera un simple elemento más para contar una historia. Creo que en este punto fallan, bajo mi humilde opinión, porque ya comenté que el secreto del éxito de Marvel está en la conexión de los personajes con el público. Y la evolución de Thor, como personaje, es evidente, pero no nos aprovechamos de ella ni tampoco tiene importancia.
Aunque sí me quedo con una frase que pronuncia: “rendirme no está en mi naturaleza”. Me quedo con ella porque hemos sido testigos, desde 2013, de que sabía bien lo que estaba diciendo.
Es posible que parte de culpa de que esta película no triunfara entre el público (hablando en líneas generales, a mí me gusta y no seré la única), resida precisamente en el público. Antes de ‘Thor: El mundo oscuro’, habíamos tenido una serie de películas que parecían estar contándonos una historia por capítulos. Esta película se sale un poco de ello, porque nos traslada a otro mundo y deja los eventos de la Tierra para otro día (incluso aunque, ya lo hemos dicho, esté presente una Gema). Y el elemento que lo conecta con ésta, Jane Foster, a pesar de una esforzada Natalie Portman, no termina de funcionar. ¿Por qué no habrá calado esta historia de amor tanto como han calado otras?
Esto es culpa de nadie, en cualquier caso, porque la historia de Thor no siempre estará en la Tierra y ya lo sabíamos. Pero haciendo cuentas, sumando todo lo dicho hasta el momento, resulta comprensible que ‘Thor: El mundo oscuro’ pueda dejar (y haya dejado) fríos a muchos espectadores. Es una película correcta y es una película que funciona como entretenimiento, como ya hemos dicho, pero parece no tener nada más que eso. ¿Es suficiente?
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