La próxima lluvia de estrellas será culpa del ser humano: será dentro de 13 años
Esta lluvia en realidad se trata de pequeños meteoros, algunos como una pelota de béisbol
Los escombros de un impacto ocurrido entre la sonda DART (Double Asteroid Redirect Testy) de la NASA y el asteroide Dimporphos en 2022 llegarán a la Tierra dentro de 13 años, generando la primera lluvia de estrellas provocada por el ser humano.
Esta lluvia de estrellas en realidad se trata de pequeños meteoroides, algunos como una pelota de béisbol (7,5 centímetros de diámetro), que se podrían precipitar y desintegrar sobre la atmósfera terrestre, potencialmente de forma observable.
En un reciente estudio, el científico Eloy Peña-Asensio, del Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial del Politécnico de Milán, ha explicado que los resultados de su análisis indican la posibilidad de que los escombros eyectados alcancen el «campo gravitatorio» de Marte en «13 años».
A su vez, los restos del asteroide podrían alcanzar velocidades alrededor de los 450 m/s, mientras que los eyectados más rápidos habrían sido lanzados a 770 m/s, los cuales podrían llegar a las inmediaciones de Marte en sólo siete años. De igual manera, el científico ha querido señalar lo siguiente: «Las partículas que se mueven a más de 1,5 km/s podrían alcanzar el sistema Tierra-Luna en una escala de tiempo similar. Si esto sucede, seríamos los primeros en presenciar una lluvia de estrellas provocada por el hombre».
Debido a este suceso, la ESA (Agencia Espacial Europea) mandará el próximo mes de octubre una nueva sonda llamada Hera para realizar una investigación detallada del lugar del impacto, ya que se irán recopilando datos sobre la masa, la estructura y la composición del asteroide para hacer de aquel impacto una técnica de defensa planetaria.
«El impacto de DART ofrece una oportunidad única para investigar la llegada de material eyectado a otros cuerpos celestes, gracias al hecho de que conocemos el lugar del impacto y a que este impacto fue observado por el cubo italiano LICIACube desplegado desde DART, así como por observadores terrestres», explica el coautor y científico de la misión Hera de la ESA Michael Kueppers.
Aunque, a pesar de la posible lluvia de meteoros, la misión DART ha demostrado que es posible desviar la trayectoria de un asteroide y cambiar su rumbo por completo. Este avance es un hito en la defensa planetaria, pero también abre nuevas preguntas sobre el destino de los escombros generados por el impacto.
We smashed a probe into an asteroid to learn about defending Earth – some of the tiny debris particles may give us a meteor shower in 2031.
details: https://t.co/uulzNoi5b7
video: Les Makes observatory, @esa pic.twitter.com/afHrczE1wn— Chris Hadfield (@Cmdr_Hadfield) September 8, 2024
Observar los meteoritos será crucial
Por otro lado, una de las advertencias que Eloy ha querido señalar en su estudio, es que observar los meteoritos y asteroides será una parte crucial para determinar si fragmentos, en este caso de Dimorphos, resultantes del impacto de DART, llegarán a nuestro planeta.
El que los meteoroides se dirijan hacia la Tierra o hacia Marte dependerá de su posición en la columna de impacto cónica de DART: el material de su lado norte tiene más probabilidades de dirigirse hacia Marte, mientras que el material del suroeste tiene más probabilidades de llegar a la Tierra.
En cualquier caso, parece que sólo las partículas más pequeñas probablemente llegarán a la Tierra, ya que son las que habrían sido lanzadas a las velocidades más altas. De igual manera, el tamaño del asteroide es lo suficientemente grande como para producir meteoros observables, por lo que será esencial seguir vigilando el cielo nocturno.