El oxígeno de los océanos se agota cada vez más rápido
Los océanos son uno de los más perjudicados por la contaminación. De todos es sabido que la actividad humana está acabando con la tranquilidad inunda nuestros mares de basura y acaba con gran parte de la fauna marina. Sin embargo, pocos conocen que las grandes balsas de agua se están quedando sin oxígeno. Un estudio realizado por un equipo de investigadores del Global Ocean Oxygen Network asegura que el nivel de oxígeno de nuestros océanos se sitúa en unos valores ínfimos ¿A qué se debe este grave problema? Te lo contamos.
Problemas de respiración
Un equipo de reputados científicos del Global Ocean Oxygen Network han realizado un detallado estudio junto a la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de Naciones Unidas en el que pueden apreciarse las carencias actuales de los océanos. La principal y más importante radica en la carencia de oxígeno en algunas zonas muertas que se están convirtiendo en una tendencia cada vez más habitual e irremediable. El efecto de las malas prácticas medioambientales de los seres humanos se está cebando con unos océanos que ven como el oxigeno disminuye a medida que la temperatura de la Tierra es cada vez más elevada.
Cabe destacar que la mitad del oxígeno de la Tierra proviene del océano, por lo que no es un problema menor, sino que afecta a la totalidad del planeta,, seres humanos incluidos. Según afirma Vladimir Ryabinin, secretario ejecutivo de la Comisión Oceanográfica Internacional la clave de todo esto radica en «los efectos combinados de la carga de nutrientes y el cambio climático. Unos varemos que aumentan enormemente el número y el tamaño de las zonas muertas en el mar abierto, donde el oxígeno es demasiado bajo para soportar la mayoría de la vida marina».
Muerte coral
La falta de oxígeno tiende a mermar el crecimiento de animales, obstaculizar su reproducción y provocar enfermedades irreversibles. Un mal que afecta directamente a los arrecifes de coral, unos seres vivos tremendamente sensibles a este tipo de cambios que suelen consumirse fácilmente ante la ausencia de oxígeno. El blanqueamiento o muerte de los corales es un aspecto cada vez más habitual en los grandes arrecifes donde se sustituye el colorido habitual por un blanco grisáceo, el color de la muerte.