Hito histórico en el espacio: crean por primera vez el primer mapa 3D de un planeta fuera del Sistema Solar
Cuando se trata del espacio, las preguntas nunca dejan de aparecer. Dentro del Sistema Solar hay cientos de planetas, lunas y cuerpos menores que ya se han estudiado, pero más allá de él existen otros sistemas de los que apenas se tiene registro, hasta ahora.
Por primera vez, un equipo de científicos ha elaborado un mapa tridimensional de la temperatura de un planeta que ni siquiera pertenece a nuestro sistema. Se trata de WASP-18b, un coloso gaseoso que orbita su estrella a gran velocidad: en menos de 24 horas completa una vuelta entera.
Descubren el primer planeta fuera del Sistema Solar con un mapa térmico tridimensional
El descubrimiento ha sido publicado en el estudio Horizontal and vertical exoplanet thermal structure from a JWST spectroscopic eclipse map, publicado en Nature Astronomy y liderado por Ryan Challener junto a un equipo internacional.
Según explican en el trabajo, el mapa se construyó a partir de los datos obtenidos por el telescopio espacial James Webb, mediante una técnica conocida como «mapeo por eclipse».
El método consiste en observar los cambios de luz que se producen cuando el planeta pasa por detrás de su estrella. Parece poco, pero con esos matices han logrado reconstruir cómo varía la temperatura en WASP-18b no sólo de este a oeste, sino también en altura y latitud.
Los resultados confirman que en la cara diurna del planeta, la radiación es tan intensa que las temperaturas alcanzan los 2.700 grados, suficiente para desintegrar las moléculas de vapor de agua.
En cambio, en las regiones más alejadas del núcleo térmico, los científicos han detectado rastros de vapor de agua, lo que demuestra que las condiciones varían enormemente según la zona.
Cómo se logró construir el mapa tridimensional de este planeta
Para conseguir este nivel de detalle, los investigadores utilizaron observaciones del telescopio Webb en distintos rangos del espectro infrarrojo. Cada longitud de onda permite observar diferentes profundidades en la atmósfera.
Según detalla el estudio, al combinar estas mediciones en distintos momentos del tránsito del planeta, se pudo reconstruir una especie de escáner térmico global, que muestra en tiempo real cómo se distribuye el calor en la atmósfera del planeta.
El trabajo también demuestra la utilidad de esta técnica para analizar no sólo gigantes gaseosos, sino también otros tipos de exoplanetas más pequeños y rocosos. De hecho, Megan Weiner Mansfield, profesora de astronomía en la Universidad de Maryland y coautora del estudio, cree que muy pronto será posible aplicar este mismo método a mundos más parecidos a la Tierra.
Por otro lado, este avance no sólo aporta datos sobre WASP-18b. También abre una nueva etapa en el estudio de atmósferas planetarias fuera del Sistema Solar.
Ya no se trata de saber si hay agua o no, sino de cómo se distribuye, cómo cambia con la temperatura y qué otras sustancias podrían estar presentes en función de la zona observada.
Cuál es el futuro del estudio de planetas fuera del Sistema Solar
Aunque WASP-18b es un planeta extremo (casi diez veces más masivo que Júpiter y con temperaturas que deshacen el agua), justo por eso sirve como el lugar perfecto para hacer pruebas. Su atmósfera ofrece un entorno ideal para estudiar reacciones físicas y químicas que aquí, en la Tierra, no hay forma de replicar.
Este mapa sirve para estudiar cómo se comportan estos planetas por dentro, cómo varía su temperatura según la zona y qué huellas dejan los compuestos químicos en ese entorno. Ya no basta con saber que están ahí. Ahora se pueden cartografiar. Y aunque estén a cientos de años luz, con herramientas como el telescopio Webb, es como si los tuviéramos delante.