Los experimentos audaces de Jack Parsons y su afición por la magia negra

Jack Parsons, nacido como John Whiteside Parsons el 2 de octubre de 1914 en Los Ángeles, California, fue un científico, ingeniero aeroespacial y ocultista estadounidense. A lo largo de su vida, se destacó tanto en el campo de la ciencia como en el de la magia negra, siendo conocido por sus audaces experimentos y su búsqueda del conocimiento más allá de los límites convencionales.

Interés temprano por la magia

Desde muy joven, Parsons mostró un gran interés por la ciencia y la magia. A los 12 años, construyó su primer cohete y comenzó a experimentar con explosivos. Este interés lo llevó a fundar el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, JPL) junto a Frank Malina y Edward Forman en 1936. JPL se convertiría en una de las bases para la futura NASA.

Pero mientras Parsons se destacaba en el mundo científico, también se sumergía cada vez más en el ocultismo y la magia negra. Se unió a la orden secreta Ordo Templi Orientis (OTO) y se convirtió en discípulo del famoso ocultista británico Aleister Crowley. Bajo la tutela de Crowley, Parsons exploró diferentes prácticas mágicas y participó en rituales que buscaban invocar fuerzas sobrenaturales.

Experimentos

Uno de los experimentos más audaces de Parsons fue conocido como el «Babalon Working». Este ritual, realizado en 1946 junto a su esposa Marjorie Cameron y el escritor L. Ron Hubbard (fundador de la Iglesia de la Cienciología), tenía como objetivo invocar a la diosa babilónica Babalon y establecer una comunicación directa con ella. La idea detrás de este experimento era utilizar la magia para cambiar el curso de la historia y traer una nueva era de libertad y conocimiento.

El «Babalon Working» fue una experiencia intensa y controvertida. Parsons y Hubbard llevaron a cabo rituales sexuales y utilizaron drogas alucinógenas para abrir las puertas de la percepción y conectarse con fuerzas más allá de lo terrenal. Aunque los resultados de este experimento son discutibles, muchos creen que Parsons logró establecer una conexión con entidades sobrenaturales y que esto tuvo un impacto en su vida y en su trabajo científico.

Consecuencias de los experimentos

Sin embargo, los experimentos audaces de Parsons y su afición por la magia negra también tuvieron consecuencias negativas en su vida. En 1952, fue despedido del JPL debido a sus creencias y prácticas ocultistas, lo que afectó su carrera científica. A pesar de esto, Parsons continuó con sus investigaciones en el campo de la magia y fundó su propio grupo mágico conocido como «Agape Lodge».

Trágicamente, la vida de Parsons llegó a su fin prematuramente. El 17 de junio de 1952, a los 37 años, falleció en un misterioso accidente de laboratorio cuando manipulaba explosivos. Aunque oficialmente se trató de un accidente, muchos creen que su muerte estuvo relacionada con sus experimentos audaces y su afición por la magia negra.

Un interesante legado

El legado de Jack Parsons es controvertido y fascinante. Por un lado, fue un científico brillante que contribuyó al desarrollo de la tecnología espacial y dejó una huella imborrable en el campo de la propulsión a chorro. Por otro lado, fue un ocultista audaz que desafió los límites de la realidad y se sumergió en un mundo desconocido en busca de respuestas.

Hoy en día, el nombre de Jack Parsons sigue siendo mencionado en círculos científicos y ocultistas. Su historia es un recordatorio de que la mente humana es capaz de abarcar tanto la razón como la magia, y que a veces es en la combinación de ambos donde se encuentran las respuestas más sorprendentes.

Su legado sigue vivo, recordándonos la importancia de la curiosidad y la valentía en la búsqueda del conocimiento.