Tierra

En esta ciudad española cayó un asteroide y casi nadie lo sabe

Asteroide en una ciudad española
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Los impactos de asteroides son fenómenos más comunes de lo que se podría imaginar, y a lo largo de la historia de la Tierra han ocurrido de manera recurrente, aunque las consecuencias han sido, en su mayoría, insignificantes. Hoy en día, los avances tecnológicos permiten que podamos detectar estos cuerpos espaciales con mucha mayor precisión, lo que permite a los científicos hacer un seguimiento detallado de su trayectoria. Un ejemplo reciente fue el impacto de un asteroide en una ciudad española el 18 de enero de 2021.

Este fenómeno subraya cómo incluso los eventos más pequeños pueden resultar fundamentales para el estudio de asteroides y su comportamiento. A pesar de que la probabilidad de que un asteroide de gran tamaño impacte la Tierra es baja, el monitoreo constante de estos cuerpos es crucial. Ahora, los científicos están centrados en la observación del asteroide 2024 YR4, que podría suponer una amenaza más significativa en el futuro.

El asteroide que cayó en una ciudad española

El 18 de enero de 2021, la ciudad de Lugo fue testigo de una sorprendente lluvia de meteoritos que cruzó el cielo, generando una onda de choque que se pudo percibir en varios lugares cercanos. Gracias a la colaboración de testigos que captaron el evento en vídeo, los expertos pudieron identificar con precisión la ubicación del impacto, lo que permitió que un agricultor local encontrara el asteroide. Lo que inicialmente parecía un hecho aislado, se transformó en un ejemplo perfecto de la capacidad de monitoreo y respuesta que tiene la comunidad científica ante estos fenómenos.

El meteorito, bautizado como Traspena por el lugar donde se encontró, pesaba alrededor de 527 gramos y pertenecía al tipo de meteorito conocido como condrita ordinaria, el cual se forma en los primeros momentos del Sistema Solar, lo que lo convierte en un valioso objeto de estudio para los científicos. El análisis permitió obtener información crucial sobre su composición mineralógica y la trayectoria que siguió antes de impactar contra la Tierra.

Aunque la caída del Traspena en esta ciudad española no fue un evento catastrófico, ya que su tamaño fue relativamente pequeño y no causó daños importantes, los asteroides de mayor tamaño pueden tener consecuencias devastadoras. A nivel mundial, las agencias espaciales internacionales, como la NASA y la ESA, han dado grandes pasos para monitorear asteroides potencialmente peligrosos. Estos esfuerzos permiten seguir de cerca las trayectorias de cuerpos celestes que podrían representar una amenaza mayor.

2024 YR4

El asteroide 2024 YR4, un cuerpo rocoso de entre 40 y 90 metros de diámetro, ha llamado la atención mundial debido a su potencial de impacto en la Tierra. Aunque la probabilidad de que colisione con nuestro planeta es sólo del 2%, la posibilidad sigue siendo una preocupación para los científicos que monitorean su trayectoria.

Si el asteroide cayera en una gran ciudad española, como Madrid o Barcelona, la energía liberada en la explosión podría ser equivalente a varias megatoneladas de TNT, lo que causaría la destrucción total de edificios en un radio muy amplio y pondría en peligro a millones de personas. Además, el calor extremo generado por el impacto podría desatar incendios masivos, complicando aún más las labores de rescate.

Si el impacto tuviera lugar en el mar o en zonas costeras, la principal amenaza serían los tsunamis, cuyos efectos devastadores arrasarían las costas españolas y podrían afectar a otras regiones del sur de Europa y el norte de África. Asimismo,, el país enfrentaría una crisis económica y política sin precedentes. La destrucción de infraestructuras clave, como carreteras, puentes y edificios, llevaría a una recesión económica y pondría en jaque la capacidad de respuesta ante emergencias.

El colapso de los sistemas energéticos y de telecomunicaciones, debido a la pérdida de redes eléctricas y de comunicación, dificultaría aún más la coordinación de los esfuerzos de rescate. Además, millones de personas quedarían desplazadas, creando una crisis humanitaria que requeriría la cooperación internacional para brindar refugio y asistencia.

El impacto también podría desencadenar cambios climáticos significativos, como la alteración de las temperaturas globales, debido a la cantidad de escombros y polvo lanzados a la atmósfera, lo que afectaría la agricultura y la vida cotidiana.

En cuanto a la ubicación del impacto, algunos expertos, como David Rankin del Proyecto Catalina Sky Survey de la NASA, advierten sobre un «corredor de riesgo». Según la trayectoria actual del asteroide, si se concretara la probabilidad del 2%, el meteorito podría caer en una vasta franja que va desde el norte de Sudamérica, pasando por el Pacífico, África, el mar Arábigo y el sur de Asia. Países como India, Pakistán, Venezuela y Ecuador estarían en la zona de riesgo.

En este contexto, la ONU ha puesto en marcha un protocolo de seguridad planetaria que se enfoca en su seguimiento constante. Además, se están desarrollando métodos de contención, como los impactos cinéticos, que buscan desviar o ralentizar un asteroide potencialmente peligroso, utilizando un objeto para modificar su trayectoria y evitar una colisión.

Lo último en Ciencia

Últimas noticias