Detectan la luz de las primeras estrellas del universo
Hoy es un día importante para la ciencia, una de esas jornadas por las que merece la pena investigar durante años en la que los astrónomos más reputados pueden sentirse orgullosos. Después de muchos años de trabajo el Observatorio de Radioastronomía Murchison de Australia ha captado señales débiles de gas de hidrógeno del universo primordial. Una señal producida 180 millones de años después del Big Bang, y por tanto la evidencia más antigua de hidrógeno que se conoce. La prueba definitiva de la creación de las primeras estrellas del universo. Te lo contamos.
Un hito astronómico
Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Arizona, liderado por Judd Bowman, han hallado uno de los descubrimientos más importantes del mundo de la astronomía: la prueba más antigua que existe de formación de estrellas. Una noticia que ha sido publicada en la revista Nature y que ha dado la vuelta al mundo en pocas horas convirtiéndose en un auténtico a nivel astronómico. Todo se basa en la detección de una señal producida hace unos 180 millones de años después del Big Bang que ha sido captada por una peculiar antena ubicada en una remota región de Australia.
«Es la primera señal real de que las estrellas comienzan a formarse y empiezan a afectar al medio que las rodea. Lo que está sucediendo en este periodo es que parte de la radiación de las primeras estrellas está comenzando a permitir que se vea hidrógeno. Está haciendo que el hidrógeno comience a absorber la radiación», explica en un comunicado el coautor del estudio Alan Rogers, científico del Observatorio Haystack del MIT.
La ubicación ha sido fundamental para un hallazgo para el que se necesitaba alejar a la antena de las interferencias de los aparatos humanos. La clave residía en colocar un receptor con un objetivo bien definido y esperar la obtención de resultados. Hace miles de años, el universo estaba completamente oscuro y el hidrógeno neutro era el único componente que existía en el cosmos. Poco a poco, este gas comenzó a emitir radiación y a expandirse por el universo con una longitud de onda de 21 centímetros y una frecuencia de 1.420 megahercios. Según el estudio y siguiendo la norma del corrimiento al roja, la longitud de onda de la radiación aumenta con la distancia por lo que los astrónomos calculaban que llegaría a nuestro planeta en torno a los 100 megahercios.
Las primeras estrellas
Después de varios millones de años, la gravedad consiguió arrastrar lentamente las capas de gas más densa hasta que llegaron a colapsarse conformando las primeras estrellas. Aquí es donde entra el equipo de Bowman, ya que después de 12 años de trabajo han conseguido detectar las señales de las primeras estrellas del universo. Un hallazgo sin precedentes que se trata de la primera evidencia de nacimiento de estrellas. “Hubo un gran desafío técnico para hacer esta detección, ya que las fuentes de ruido pueden ser mil veces más brillantes que la señal, es como estar en medio de un huracán e intentar escuchar el aleteo de un colibrí”, afirma Peter Kurczynski, científico de la National Science Foundation, en un comunicado.
La clave de casi todos los descubrimientos reside en saber donde buscar. El equipo de Bowman sabía que cuando surgieron las primeras estrellas, la luz ultravioleta consiguió penetrar en el hidrógeno neutro, por lo que alteró su estado. Cabe destacar que esta alteración provocó que el propio hidrógeno absorbiera fotones y dejara una especie de señal que era posible detectar desde la Tierra.»Es poco probable que podamos ver más atrás en la historia de las estrellas en nuestras vidas. Este proyecto muestra que una nueva técnica prometedora puede funcionar y ha allanado el camino para décadas de nuevos descubrimientos astrofísicos”, comenta Bowman.
Aquí es donde entra en acción EDGES, un espectrómetro de radio ubicado en el Observatorio de Radioastronomía Murchison de Australia con el que se consiguió medir el espectro de radio a partir de la conocida emisión a 21 cm. A partir de este momento solo hemos tenido que esperar 12 años para detectar unas señales pioneras que contienen la información para comprender la formación y evolución de las primeras estrellas.