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La ciencia ya tiene respuesta: por qué andar descalzo es bueno para tus pies

La ciencia ya tiene respuesta: por qué andar descalzo es bueno para tus pies
Pies descalzos.
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Andar descalzo es bueno para tus pies, la ciencia ha dado con la respuesta que esperábamos para poder saber en primera persona. Todos caminamos descalzos en mayor o menor medida, desde pequeños nos encanta la sensación de libertad de dejar los zapatos a un lado y disfrutar de una caminata por casa, por la terraza o por el jardín. Estos días de playa en los que caminamos descalzos por el campo, nos hace estar muy pendientes de un camino que puede acabar siendo el que marque una diferencia importante en todos los sentidos.

La ciencia nos ha dado con una importante respuesta sobre un tema que convierte al ser humano en una especie de eje central. La salud de nuestro cuerpo, teniendo en cuenta que dicen que descalzos nos podemos resfriar o incluso enfermar, pero también existe el bando contrario, que afirma que ir descalzo es bueno para nosotros. La segunda de las teorías, la que afirma que conseguiremos mejorar nuestra salud con una buena caminata descalza es algo que nos ha reafirmado la ciencia. Dando lugar a una serie de propiedades y beneficios que debemos poner en práctica siempre que sea posible.

Ya tiene la respuesta la ciencia

Los expertos han dado con una importante respuesta ante una serie de elementos que han llegado a convertirse en noticia. Las teorías cambian a la misma velocidad que salen de nuevas, lo que antes era malo, ahora es bueno y viceversa. Estamos ante una novedad importante que nos interesa.

Para un gesto tan común que hemos hecho mucho de niños. Caminar descalzos es algo que hemos hecho de forma común, cuando las reglas no eran tan estrictas o cuando nos inmunizábamos corriendo por el campo, volviendo a casa en una lluvia de verano que nos dejaba empapados.

Los tiempos han cambiado y lo que antes era bueno, ahora es malo, aunque eso no significa que la ciencia no haya dado con algunas respuestas que son importantes. Ahora se reafirma en algo que se ha convertido en algo común para todos. Eso de caminar descalzo parece que no solo no es malo, sino que puede ser beneficioso para todos.

Por lo que habrá llegado el momento de saber qué dicen estos expertos que realmente tienen mucho que ver en estos días que estamos viviendo. Dejarse los zapatos en el salón de camino a la piscina puede ser una buena opción para cuidar esta parte del cuerpo.

Andar descalzo es bueno para tus pies

Un reciente estudio se convierte en el que descubre los beneficios de andar descalzo, algo que debemos tener en cuenta para mejorar la salud de nuestros pies. Si tenemos en cuenta que estamos ante un elemento que puede llegar a ser el que marque la diferencia y que tanto necesitamos en estos días.

Este artículo afirma que: «El pie humano está adaptado de forma única a la locomoción bípeda y tiene un arco deformable de rigidez variable. Los músculos intrínsecos del pie regulan la deformación del arco, lo que los hace importantes para la función del pie. En este estudio exploramos la hipótesis de que la actividad diaria normal en el calzado mínimo, que proporciona poco o ningún apoyo, aumenta la fuerza muscular del pie. Los adultos occidentales usaron calzado mínimo durante un período de seis meses (el grupo de «intervención»). La fuerza del pie, es decir, la fuerza isométrica máxima de la flexión plantar en las articulaciones metatarsofalángeas, y la biometría del pie se midieron antes y después de la intervención. Se investigó un grupo adicional para agregar más información sobre los efectos a largo plazo del calzado, que consiste en adultos occidentales con un promedio de 2,5 años de experiencia en calzado mínimo (el grupo «experimentado»). Este estudio muestra que la fuerza del pie aumenta, en promedio, en un 57,4 % (p < 0,001) después de seis meses de actividad diaria en calzado mínimo. El grupo experimentado tenía una fuerza de pie similar a la del grupo posterior a la intervención, lo que sugiere que seis meses de uso mínimo regular de calzado son suficientes para ganar plena fuerza, lo que puede ayudar a un equilibrio y una marcha saludables».

En la revista Cientific Reports se ha publicado este estudio que tiene como título: «La actividad diaria con calzado mínimo aumenta la fuerza del pie». Por lo que quizás aquellos que corren o caminan descalzos no van tan mal encaminados, sino que simplemente están pendientes de una serie de elementos que son claves. Lo natural sería ir descalzo, aunque en verano es la época del año en la que se puede hacer, ante unas temperaturas que así lo permiten. En invierno es más complicado, aunque por casa también puede ser igual de recomendable con la calefacción adecuada.

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