Ciencia

Bombazo en la agricultura: investigadores de Valencia crean un spray que hace al tomate más resistente a la sequía

Tomates.
Tomates.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Para que un tomate crezca en condiciones óptimas, el equilibrio entre agua y luz es crucial. La apertura de sus estomas (esos diminutos poros en las hojas) regula tanto la transpiración como el intercambio de gases, elementos clave en la fotosíntesis y en su desarrollo. Pero cuando llega la sequía, ese sistema tiene problemas.

La planta se ve obligada a cerrar sus estomas para no perder agua, pero al hacerlo, también frena su capacidad de generar energía. El resultado es una planta con menos tomates.

Lo interesante es que un equipo de investigadores en España ha logrado desarrollar un spray que ayuda a los tomates (y a otros cultivos) a soportar mejor la falta de agua. Se aplica directamente sobre las hojas y consigue activar los mecanismos de defensa de la planta de manera más efectiva que su propia respuesta natural.

Crean un spray que mejora la tolerancia de los tomates a la sequía

La investigación, desarrollada por científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y la empresa GalChimia, ha dado como resultado una molécula bautizada como iCB (cianobactina invertida). Su objetivo es imitar y amplificar el efecto de una hormona vegetal clave en la respuesta al estrés hídrico, el ácido abscísico (ABA).

Esta hormona, que las propias plantas producen de manera natural, es la encargada de cerrar los estomas cuando escasea el agua. Sin embargo, el nuevo compuesto activa con mayor eficacia los receptores del ABA, consigue un cierre más eficiente de los estomas y, lo que es igual de importante, permite que la planta mantenga su capacidad fotosintética y su recuperación una vez vuelve el riego.

Los resultados se han publicado en la revista Molecular Plant, una de las publicaciones científicas más reconocidas en el ámbito de la biología vegetal. Además, el desarrollo de la molécula ya ha sido patentado, por lo que se puede utilizar en la agricultura convencional.

Cómo funciona el spray en los tomates y otros cultivos

Cuando se aplica el spray sobre las hojas, la molécula iCB entra en acción imitando al ABA. Se une a los receptores específicos de esta hormona y activa el mismo circuito de defensa que se pondría en marcha de forma natural en una situación de sequía. La clave está en que consigue que las plantas conserven agua sin reducir su capacidad de crecer.

Por otra parte, el iCB también activa genes que estimulan la producción de compuestos protectores como la prolina o la rafinosa, moléculas que ayudan a estabilizar las células vegetales en condiciones extremas. Es decir, la planta no sólo aguanta mejor la falta de agua, sino que puede recuperarse más rápido y seguir produciendo.

A diferencia de otras soluciones que obligan a modificar el ADN de las plantas, este spray actúa desde fuera y puede usarse en cultivos convencionales sin complicaciones legales ni técnicas. Eso abre la puerta a su aplicación en explotaciones agrícolas donde el acceso al agua es limitado o directamente escaso.

En pruebas recientes, los tomates tratados con iCB aguantaron largos periodos sin riego, siguieron haciendo la fotosíntesis y se recuperaron rápidamente en cuanto volvió el agua. También se han probado con trigo y vid, y todo apunta a que funciona igual de bien.

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