Cataluña

El ‘sueño indepe’: 800 policías se irán de Cataluña en julio y no tendrán relevo inmediato

Policías
Agentes de Policía, durante la intervención para evitar el referéndum ilegal del 1-O en Cataluña. (EP)

Cataluña contará con 800 policías menos durante varios días de verano. Los agentes que se marchan tras haber solicitado voluntariamente el traslado supondrán la pérdida de un 25% de efectivos que a día de hoy están destinados en la región gobernada por Quim Torra en un punto en el que el independentismo comienza de nuevo a cobrar fuerza.

El próximo 20 de julio, 800 policías abandonarán Cataluña tras una petición de traslado. El rechazo que sufre la Policía en la comunidad autónoma provoca anualmente una ‘huída’ de aquellos que no soportan el hostigamiento continuo de los independentistas. Es la regla habitual que viene cumpliéndose en los últimos años: llegan a Cataluña destinados por Interior y a los dos años reglamentarios, el mínimo de estancia requerida, solicitan un nuevo destino. No hay policías que se quieran quedar en la región.

Normalmente, el Ministerio de Interior suple estas bajas con nuevas incorporaciones de manera inmediata, procedentes de los alumnos recién salidos de la Academia. Sin embargo, este año, Fernando Grande-Marlaska tiene previsto dejar diez días bajo mínimos al cuerpo. Algo que la plantilla de agentes destinados en Cataluña no había visto nunca hasta ahora.

La dotación de Policía Nacional en Cataluña es de 3.369 agentes, con ellos apoyan la labor de la policía autonómica (Mossos d’Esquadra) y las municipales que enfrentan el aumento de la delincuencia y el surgimiento de distintos grupos violentos como los ‘Tcharmil’, una tribu urbana de origen magrebí que ha protagonizado múltiples episodios de extrema violencia durante los últimos meses.

Pero durante diez días, y coincidiendo con el periodo estival, ese número se verá rebajado a poco más de 2.500.

Repunte de delincuencia en verano

A pesar de que las circunstancias supondrán un significativo descenso del turismo, el verano trae consigo repuntes de delincuencia que requieren intervención policial.

Barcelona se ha convertido en la fotografía más habitual del incremento de criminalidad. Pero no se trata sólo de una cuestión que afecte al feudo de Ada Colau porque toda Cataluña está registrando unos datos de incremento de causas penales y criminalidad claramente superiores a los que registran otras regiones de España similares, como es el caso de la Comunidad de Madrid. En concreto, en Cataluña los índices de criminalidad superan en un 20% a los de la comunidad ahora gobernada por Isabel Díaz Ayuso.

Organización vecinal

La delincuencia ha provocado que surjan grupos vecinales que intentan luchar contra ello en forma de patrullas ciudadanas. Un fenómeno cada vez más frecuente en la Cataluña de los últimos años, especialmente en zonas populosas como Barcelona. El crecimiento exponencial de la delincuencia, la inseguridad estructural y la inacción manifiesta de la alcaldesa Ada Colau les ha llevado a organizarse para denunciarlo en tiempo real.

Por ello, crearon una cuenta en Twitter donde se ‘mapean’ minuto a minuto las agresiones, los narcopisos, los robos y los ataques a ciudadanos y turistas: @BCNHelpers.

Su objetivo fundamental, además de hacer públicos todos y cada uno de los delitos que se producen en la ciudad Condal, es alertar a los barceloneses y visitantes sobre los puntos calientes donde se concentran los delincuentes habituales -algunos de ellos menores- carteristas y traficantes, para que tomen precauciones.

Clima tenso

La Policía Nacional y la Guardia Civil sufren un continuo acoso en Cataluña. El rechazo hacia ambos cuerpos aumentó de manera exponencial tras la celebración del referéndum ilegal del 1-O en el año 2017. Uno de los momentos más violentos se vivió el pasado mes de octubre cuando grupos radicales independentistas asediaron Barcelona provocando heridos entre los agentes que formaron el dispositivo.

Otro de los últimos ejemplos se pudo observar el pasado mes de junio. El grupo de hackers separatistas investigado por el CNI, ‘Anonymous Catalonia’, situó como uno de sus objetivos el señalamiento de todos los controles de la Policía y Guardia Civil que se encuentren en Cataluña. «Si tiene que haber controles que los hagan los Mossos y la Guardia Urbana», difundieron en sus redes sociales.

Vuelve la ‘Kale borroka’

Y en medio de este recorte de efectivos policiales del verano se encuentra el problema independentista. El separatismo radical ha permanecido adormecido durante el confinamiento, pero prepara su vuelta. Según las fases de desescalada han ido avanzando, los independentistas han vuelto a recuperar fuerzas para reanudar su objetivo rupturista. Los más radicales, organizados en grupos a través de aplicaciones de mensajería, animan ya a sus seguidores a ejercer la violencia para conseguir la declaración unilateral de independencia.

La ‘kale borroka’ catalana quiere que los actos vandálicos como los acontecidos en octubre del 2019, principalmente en Barcelona, vuelvan a repetirse. Para ello, han comenzado a organizarse a través de grupos de Telegram mediante los cuales los más radicales siguen órdenes de los administradores de los canales cuyas ideas son claras: «No hay insurrección pacífica», tal y como puede leerse en los mensajes que difunden.

 

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