El separatismo a la gresca ante la inhabilitación de Torra: ERC pide elecciones y la CUP desobediencia

Quim Torra tiene que acudir el jueves al Tribunal Supremo que decidirá sobre la sentencia de inhabilitación que en su día dictó el TSJC

Pere Aragones Quim Torra
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, su vicepresidente, Pere Aragonès, y la portavoz del Govern, Elsa Artadi. (Foto: AFP)
Joan Guirado

El mismo día que empieza en el Parlament de Cataluña el debate de política general, que se alargará hasta el viernes con una interrupción mañana jueves por la visita de Quim Torra al Tribunal Supremo, el trasiego de personas por el despacho del presidente de la Generalitat es muy intenso. Torra, que este lunes y martes ha citado a representantes de ERC y la CUP, busca consensuar una respuesta a su más que probable inhabilitación con todo el separatismo.

La posibilidad real de llegar a un acuerdo, tras el fracaso de la reunión mantenida ayer, es bastante difícil. Todo apunta a que finalmente Quim Torra, previa autorización de Carles Puigdemont, acabará tomando la decisión que considere más oportuna. El jefe del Ejecutivo regional no dará ningún paso sin antes consultar a su líder de filas afincado en Waterloo (Bélgica).

La discusión entre los partidos separatistas se ciñe a desobedecer o no la inhabilitación que confirme el Tribunal Supremo y dejar el calendario electoral en manos de los tribunales o convocar elecciones anticipadamente. En el primer escenario, el del choque contra el Estado y sus instituciones, se encuentran Junts per Catalunya y la CUP. Esquerra Republicana, por su parte, exige a Torra pactar una fecha para ir a las urnas y disolver el Parlament antes de ser inhabilitado.

Sobre la mesa, afirman fuentes de los tres partidos, lo que no hay es la posibilidad de investir a un nuevo president de Cataluña. Sería el 132. El desacuerdo entre Junts y ERC, los dos socios de la coalición, sobre quién debería sustituir a Torra una vez inhabilitado descarta por completo este escenario. Hasta que los catalanes vuelvan a las urnas será el vicepresident, Pere Aragonès, quien asumirá las funciones limitadas.

Que el hombre fuerte de Esquerra asuma ahora la presidencia catalana de forma interina tampoco genera mucha satisfacción en el entorno de Junts y Puigdemont. Aunque es un mecanismo automático, una vez cese Torra, no le dejarán solo. El actual presidente de la Generalitat, una vez sea apartado de su responsabilidad, se mantendrá ejerciendo el cargo sea de forma simbólica o desobedeciendo.

Torra se ha marcado este miércoles por la mañana, antes del arranque del debate de política general, para alcanzar un acuerdo entre las principales fuerzas independentistas. De no conseguirlo, tras su intervención en la cámara catalana, pondrá rumbo hacía Madrid con la intención de desobedecer y plantar cara al alto tribunal. Torra se inclina por la vía de la CUP pese al enfado que pueda generar entre sus socios de coalición.

A partir del jueves 17, cuando se celebre la vista en el Supremo sobre el recurso que presentó el presidente de la Generalitat, los tres magistrados que tendrán que decidir sobre él tendrán un máximo de quince días laborables para emitir la sentencia. Fuentes del alto tribunal, consultadas por OKDIARIO, señalan que la notificación se podría producir el lunes 28 de septiembre. A partir de ese momento Torra ya no tendrá potestad para nada.

De hecho, tal como avanzó hace unos días este periódico, los Mossos d’Esquadra tienen ya listo un plan para la eventual detención de Quim Torra en caso de que vuelva a desobedecer y se niegue a abandonar las dependencias del Palau de la Generalitat. Todo indica, pues, que el otoño catalán, como los tres últimos, volverá a ser intenso y a marcar la agenda política nacional.

 

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