El PNC de Marta Pascal y Units per Avançar negocian reeditar la antigua CiU en las próximas elecciones

El PNC de Marta Pascal y Units intentan encontrar una fórmula electoral para presentarse conjuntamente a las elecciones catalanas

Artur Mas
Artur Mas habla con Marta Pascal, junto a los dirigentes del PDeCAT David Bonvehí y Ferran Bel, antes de su rueda de prensa. (EFE)
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Recuperar la antigua Convergencia i Unió. Es es el objetivo del Partit Nacionalista Català y Units per Avançar, dos de los partidos herederos de la antigua coalición nacionalista. Marta Pascal y Ramon Espadaler, secretarios generales de ambas formaciones, trabajan desde hace días en alcanzar un acuerdo que permita dar forma a esta nueva coalición que permita recuperar un espacio de voto que se había quedado huérfano con el estallido del proceso separatista.

A diferencia de la antigua CiU el nuevo proyecto que preparan Pascal y Espadaler será más socialdemócrata que de centroderecha, en línea con lo que fue en su momento fundacional Convergencia. La amalgama de ideologías que forman parte del PNC y Units, desde liberales hasta socialistas, permite a los dos partidos usar una fórmula de éxito en la política catalana que, bajo la presidencia de Jordi Pujol, permitió los mayores años de progreso de esta región.

La coalición que preparan tampoco será independentista, aunque no renunciará al referéndum de autodeterminación. El PNC y Units, como en su día CiU, quieren jugar a la influencia que el catalanismo político ha tenido durante varios años en Madrid y convertirse en el PNV catalán. Los dos partidos buscan alejarse lo máximo posible de los planes radicales de los separatistas de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana aunque, con estos últimos, más moderados, podrían llegar a ciertos acuerdos post electorales.

Mucho votante huérfano

Cuando Artur Mas decidió abrazar el independentismo, por allí el 2012, una parte importante de catalanes empezó a sentirse huérfano políticamente. Una sensación que fue aumentando en 2016 cuando la coalición de Convergencia i Unió se rompió definitivamente y los convergentes de Mas se presentaron conjuntamente con ERC y algunos comunistas, como Raul Romeva, bajo el paraguas de Junts pel Sí. El pacto con la CUP, que hizo president a Carles Puigdemont, acabó de dinamitar todo parecido con lo que había representado Convergencia.

Aunque CDC intentó recuperar parte de ese votante con la mutación al PDeCAT, partido que está al borde de su desaparición, la fortaleza de Puigdemont y su proyecto, Junts per Catalunya, dejó sin fuerza alguna al Partit Demòcrata. Con unos postulados radicalmente independentistas, unas políticas de izquierdas y una apelación constante a la desobediencia y la ruptura del pacto constitucional, algo de lo que en su día CDC fue protagonista, gran parte de los catalanes que se sienten profundamente catalanistas pero que rechazan la secesión optaron por quedarse en casa en las siguientes citas electorales.

Buenos padrinos

El Partit Nacionalista Català y Units per Avançar no nacen de la nada. Con una larga trayectoria política de gran parte de sus dirigentes, algunos de los cuales incluso habiendo formado parte del Govern, encontrar buenos padrinos no les ha costado demasiado. De esta forma algunas personalidades como el abogado y padre de la Constitución, Miquel Roca Junyent, el vicepresidente de la CEOE y empresario Josep Sánchez Llibre, el ex diputado Carles Campuzano así como varios empresarios importantes catalanes, han dado su beneplácito a este proyecto que les permitiría recuperar la esencia de lo que durante muchos años ha significado el catalanismo político y su influencia en Madrid.

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