El chiringuito de Puigdemont traduce al tibetano, feroés y uigur la declaración de independencia

El autodenominado Consejo por la república catalana, la organización dirigida por el fugado Carles Puigdemont desde su lujosa mansión de Waterloo (Bélgica), defiende la declaración de independencia del Parlament de 2017 como si fuese un hito histórico. Tal es así que dicha declaración ha sido traducida a 18 idiomas diferentes, incluyendo el tibetano, el kurdo, el uigur y el feroés.

Así consta en la página web de la asociación. Esta declaración de independencia está traducida al alemán, inglés, árabe, vasco, catalán, español, francés, gallego, neerlandés, occitano aranés, portugués, ruso, sueco y chino. El tibetano es uno de los idiomas destacados para los separatistas, y prueba de ello es que el jefe de de la Oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, ha anunciado esta traducción en las redes sociales.

Declaration of Independence of the Catalan Republic (2017), published in Tibetan language by the @ConsellxRephttps://t.co/MDCQst5CXg pic.twitter.com/UDVhVlXzqc

— Josep Lluís Alay 🎗 (@josepalay) May 11, 2021

En la misma web se recoge que esta declaración será traducida también en los siguientes idiomas: finés, gaélico, italiano, japonés, lituano, noruego, sardo, escocés, tamazight y urdu.

La publicación de esta declaración es una de las primeras «acciones previstas» del Consejo por la república catalana en su «ámbito cultural». «Para esta primera publicación se ha decidido ofrecer el texto que el Parlamento de Cataluña , elegido democráticamente, publicó el día 27 de octubre de 2017», señala la asociación secesionista.

«Además, publicamos este texto en diferentes idiomas, que se podrán descargar gratis con el fin de que todo el que lo desee pueda enviar y compartir la Declaración de Independencia con todas aquellas personas que les pueda interesar. El objetivo, aparte del fuerte simbolismo del mismo texto, es llegar al máximo de gente y lo más transversal posible. Hagamos entre todos, pues, que esta primera publicación sea una verdadera herramienta diplomática para explicarnos el mundo», apostilla la entidad dirigida por Carles Puigdemont.

Un ‘chiringuito’ para Puigdemont

El Consejo por la República está dirigido por el ex presidente de la Generalitat fugado desde su lujosa mansión de Bélgica. El peso específico que debe jugar esta entidad en el nuevo Ejecutivo catalán es uno de los principales puntos de desencuentro entre los partidos independentistas de cara a la formación de Gobierno.

El Consejo no termina de arrancar desde su creación en 2018. Su objetivo principal es «internacionalizar» el desafío separatista hasta alcanzar «la república catalana», pero tan sólo cuenta con algo más de 97.000 socios, según su web.

La última iniciativa fue impulsar un carné bajo el nombre de «Identidad Digital Republicana (ID)», a modo de ‘DNI catalán’. Su coste oscila entre los 6 y 12 euros. El documento es completamente inútil puesto que con él no se pueden hacer trámites con la administración catalana, al menos «a corto plazo». Sin embargo, el propio Puigdemont animó en las redes sociales a los independentistas a adquirirlo.

La República a les teves mans.
Ja he rebut la targeta amb el QR de la meva Identitat Digital Republicana
Demana-la ja al web del Consell i anem desconnectant de l’Estat#IDRepublicana #PreparemNoshttps://t.co/U1sAOAZrGL pic.twitter.com/dDtXafS1yP

— Carles Puigdemont (@KRLS) April 6, 2021

Las consecuencias de la declaración

Este texto de declaración de independencia de Cataluña fue aprobado el 27 de octubre de 2017 con el apoyo mayoritario de los diputados separatistas del Parlament. La votación contó con 70 votos a favor, 10 en contra y 2 en blanco. Hubo 53 diputados que abandonaron la Cámara para no participar, que fueron los de Ciudadanos, PP y PSC.

Esta declaración se llevó a cabo semanas después del referéndum ilegal del 1-O. Días después provocó la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española por parte del Gobierno de Mariano Rajoy para destituir al Gobierno separatista. Carles Puigdemont y otros cinco consejeros de su Ejecutivo huyeron a Bélgica.

El Tribunal Constitucional suspendió esta declaración de independencia y dictó su inconstitucionalidad por vulnerar los artículos 23 de la Constitución Española y 29.1 del Estatuto de Autonomía de Cataluña.

Esta maniobra del Parlament y del Govern de Carles Puigdemont también culminó con la sentencia condenatoria en el Tribunal Supremo de Oriol Junqueras y del resto del Govern por el referéndum ilegal del 1-O.