Alejandro Fernández: «El separatismo tiene en Podemos y parte del PSOE aliados para su proyecto»
"Los partidos constitucionalistas, tenemos que entendernos"
"Qué se fijen no tanto en lo que dice Iceta, sino en lo que hace Iceta"
"El PSOE y Podemos, están flirteando, desde hace tiempo, con la idea de una segunda transición"
"Madrid tiene todo el derecho en el marco autonómico a bajar los impuestos que le son propios"
Alejandro Fernández Álvarez (Tarragona, 1976), optará por primera vez a presidir la Generalitat. Afable y tranquilo, con mucho sentido del humor, algo que demuestra twitter a menudo, este tarraconense empedernido se ha ganado ser el candidato del Partido Popular de Cataluña, tras muchos años de trabajo en las trincheras. Todas las encuestas le dan una mejoría importante de los resultados.
P. Estamos en el Parlament, aquí se han vivido escenas bastante lamentables en los últimos años. ¿Parece que el independentismo se ha desinflado?
R. No creo que se haya desinflado. El movimiento separatista y el procés, han mutado. Durante un tiempo el liderazgo estaba aquí en el Parlament, con leyes de transitoriedad, la declaración unilateral de independencia que duró ocho segundos… Ahora que se ha trasladado un tiempo al Congreso de los Diputados. Estamos viviendo un momento de transición, luego volverá. No están más flojos. Han tenido grandes derrotas políticas, han tenido grandes derrotas legales… Pero hay un problema muy grave, y es que tienen en Podemos y una parte del PSOE aliados para su proyecto, con lo cual eso mantiene una amenaza. Si el PSOE se hubiera mantenido fiel al espíritu de los días 6 y 7 de septiembre, y hubiera mantenido una alternativa al separatismo, hoy las cosas estarían mucho más tranquilas.
P . Desde que ha llegado a la presidencia del PP catalán, ha centrado y moderado el partido. ¿Va a ser la estrategia a seguir cuando el independentismo vuelva a tensionar el Parlament?
R. No me ha gusta la expresión de centrar. El centro es más que una ideología, es una actitud de ser dialogantes, de defender la concordia… Yo siempre me he proclamado, desacomplejadamente, liberalconservador de derechas. He procurado siempre lanzar un mensaje que no fuera sectario y que fuera abierto a todo el mundo. Eso para mí es muy importante porque mantengo la esperanza. Los españoles fuimos capaces en la transición de lograr un sistema, con sus imperfecciones, que ha traído los mejores 40 años de la historia de España. Y lo hicimos contando con todos y en el que todas las ideologías se podían expresar libremente. Y creo que eso se puede volver a hacer. A eso yo no renuncio nunca.
P. ¿Esa actitud es la que ha llevado al PP catalán a decir no, a la lista conjunta con Ciudadanos?
R. Los partidos constitucionalistas, tenemos que entendernos. Antes de las elecciones o puedes entenderte después de las elecciones. El Partido Popular de Cataluña tiene un proyecto claro, que defendemos prácticamente en solitario y que los catalanes merecen tener esta alternativa. Representamos una alternativa al separatismo y al sanchismo. En eso Ciudadanos tiene una visión distinta. Ellos han optado por lo que llaman moderar al sanchismo. Cuando se habla de libertad educativa para la educación concertada o del derecho a la propiedad privada, lo hemos hecho en solitario en el Parlament.
P. ¿Se han sentido demasiado solos en el Parlament, para defender lo que en definitiva es el conjunto?
R. Te preguntas que le ha pasado a Cataluña y a su clase política. ¿Cómo es posible que el antiguo centro derecha, catalanista o nacionalista, como se le quiera llamar, se haya convertido prácticamente en ‘cuperos’? Bueno, pues es así. Y la realidad es qué temas que en Cataluña habían tenido un amplio apoyo históricamente, ahora mismo los estamos defendiendo en solitario.
P.¿Cómo tiene que ser la reconfiguración del constitucionalismo en el Parlament tras el 14-F?
R. Me niego, categóricamente, a plantear mi actividad política como una batalla entre partidos constitucionalistas. Llevo años aquí, con un objetivo claro: plantar cara al separatismo y construir una alternativa política. Mi única obsesión es explicar a los catalanes nuestro proyecto político. Los no nacionalistas tendremos que buscar espacios de encuentro para construir esa alternativa. En Andalucía, nadie esperaba que pudiera haber una alternativa al socialismo y se consiguió contra pronóstico. Mi compromiso con la política catalana y con Cataluña es absoluto. Es aquí donde somos necesarios y a ello me voy a dedicar en cuerpo y alma. No voy a referirme ni a Ciudadanos ni a Vox desde otra cosa que no sea, pues, el aprecio a sus dirigentes y el respeto personal y político, que es lo que he hecho toda la vida.
P. ¿Si esa suma es posible y ese vuelco que se produjo en Andalucía se puede producir aquí, dónde sitúa Alejandro Fernández al PSC, con los constitucionalistas o con los separatistas?
R. Hoy por hoy, ellos voluntariamente se han situado con los separatistas. Los días 6 y 7 de septiembre del año 2017 se situaron con los defensores de la libertad, la concordia y la democracia, con nosotros. Ellos sabrán. De momento su apuesta se mantiene con el separatismo y eso, aunque ellos lo nieguen, es importante. Qué se fijen no tanto en lo que dice Iceta, sino en lo que hace Iceta. Porque lo que dice es una cosa y lo que hace es otra. Lo que dice es que no va a pactar con los separatistas y lo que hace es pactar siempre con los separatistas.
P. ¿Ve a Iceta de vicepresidente de Aragonés, por ejemplo?
R. Hombre, yo, sinceramente imagino escenarios más agradables. Menudo Gobierno. Aragonés de presidente e Iceta de vicepresidente. Francamente, me lo pone usted difícil.
P. De Laura Borràs hay quien dice que es incluso más radical de Quim Torra. ¿Si llegase a la presidencia, qué nos espera?
R. Veo difícil que llegue a la presidencia, pero tampoco es descartable visto la progresión geométrica en el delirio de la política catalana. Cuando pensábamos que era imposible empeorar a Puigdemont, apareció Torra. Y cuando pensábamos que era imposible empeorar a Torra, aparece Laura Borràs. Es una declaración de intenciones. Poner a una persona imputada por graves delitos en relación a unas prácticas vergonzantes en la manera de gestionar los asuntos públicos. Prácticamente lo hacen porque no tienen ninguna intención de gestionar la Generalitat. Es una candidatura de confrontación con España y entre catalanes. No escucharemos a Junts per Catalunya hablar de economía, ni de emprendedores, ni de trabajadores. Les escucharemos hablar de conflicto y la necesidad para ellos de reventar las instituciones, porque es el único camino hacia la independencia.
P. ¿Qué opinión le merece el Gobierno esté en manos de EH Bildu y ERC?
R. Una opción política que hay que tomarse en serio, porque van en serio. El PSOE y Podemos, están flirteando, desde hace tiempo, con la idea de una segunda transición que se haría sin contar con la mitad de los españoles, rompiendo la concordia de la transición española con un objetivo a medio plazo que es instaurar una república en España. Y ese proyecto, hay una parte del Partido Socialista que lo defiende y lo apoya. Si el precio a pagar para que el separatismo participe en estas operaciones, es destruir la democracia española, el PP estará en frente y no lo va a permitir.
P. ¿Se imagina al PP de Galicia decidiendo qué impuestos tienen que pagar los catalanes?
R. Lo primero que sorprende es que ERC apoye o promueva una LOAPA. Ellos, que siempre han dicho que las autonomías tenían que tener más competencias, ahora resulta que quieren quitar competencias a las autonomías y regalárselas a Pedro Sánchez. Lo que hay detrás de esta decisión, es una renuncia, una impotencia y una sensación de una Cataluña envidiosa, cizañera y acomplejada. Una Cataluña que en lugar de bajar los impuestos aquí, como se sienten impotentes, lo único a lo que aspiran es a fastidiar a Madrid.
P. ERC consigue que el PSOE obligue a Madrid subir los impuestos por complejo y Sánchez cede ante Esquerra para que el castellano deje de ser la lengua vehicular en la educación catalana. ¿Cómo se le llamaría a eso del PSOE?
R. Eso es ‘procesismo’ en versión Congreso de los Diputados. Las dos medidas son claramente ilegales. Madrid tiene todo el derecho en el marco autonómico a bajar los impuestos que le son propios. Por lo tanto, esa medida de armonización no van a poder hacerla, del mismo modo que el Tribunal Constitucional tumbará la Ley Celaá. Si se fija han utilizado el mismo sistema que se utilizaba aquí en Cataluña. Aprobar algo manifiestamente ilegal y luego el tribunal ya lo parará. Pero mientras generas división, angustia, la sensación de que todo se viene abajo, crispación… Es lo que han hecho ahora mismo con estas decisiones.
P. Sánchez va a ceder también a las presiones del separatismo y del PSC para reformar el delito de sedición. ¿Sale demasiado plantar cara al Estado, hacer un referéndum separatista ilegal y en definitiva, organizar un golpe?
R. ¿Usted se imagina que un asesino pidiera un indulto y dijera lo voy a volver a hacer? ¿Qué le diría? O a un ladrón, lo voy a volver a hacer. Hacer reformas de delitos a la medida, como un traje, de personas que aseguran que van a volver a cometer ese delito, abre la puerta para destruir toda la arquitectura legal y judicial en España. Es como una invitación a repetir el delito inmediatamente. Y más cuando están confesando que lo quieren volver a repetir. Nosotros ya avanzamos que tanto desde el punto de vista político como legal, agotaremos todas las vías para evitar que eso sea posible.
P. ¿Si ve por aquí de nuevo a Junqueras o Rull o Turull cuál será su reacción? ¿Irá a darles la mano, a decirles, se han equivocado? ¿Indiferencia?
R. No sé cómo voy a reaccionar ante eso, porque todavía no ha ocurrido. Durante este tiempo me preguntaban muchas veces si iría a visitarles por el factor humano. Yo he tenido una relación cordial con ellos, pero tampoco eran mis amigos. Lo que hicieron fue muy grave, porque destruyó la convivencia y nos puso al borde de un conflicto civil. De hecho era su objetivo que hablaban de la vía eslovena. Lo que ellos hicieron era el preámbulo de la vía eslovena. Su intención era generar un conflicto civil. Yo no sé, ahora mismo, qué reacción tendré si me los cruzo por aquí. Lo que sí que puedo decir es que no voy a respetar políticamente su acción y la voy a condenar siempre.
P. ¿Y Carles Puigdemont acabará en prisión?
R. Vamos a ver. No lo sé.
P. ¿Pero la reforma del delito de sedición, en definitiva, permite su vuelta sin prácticamente cargos?
R. Sí, sí. Bueno, claro, es que está hecha como un traje a medida. Yo lo que puedo asegurar es que si el PP volviera a gobernar no iba a permitir un escenario de esta naturaleza. No lo permitió. Y también voy a decir que el Partido Popular se opondrá con todas las vías, políticas y legales, para este tipo de reformas.