Viral: embarazada decide dar a luz a su bebé terminal para donar sus órganos
Numerosas son las noticias que nos llegan a diario, pero únicamente algunas consiguen emocionarnos y sorprendernos a partes iguales. Y eso es lo que ha logrado provocarnos la que ahora hemos conocido. En concreto, nos ha impactado. ¿Por qué? Porque la historia es que una mujer embarazada ha decidido dar a luz a su bebé terminal con el claro objetivo de poder donar sus órganos a otros pequeños.
¿Cómo te has quedado? A continuación, te contamos más detalles.
Los protagonistas
Una pareja de Oklahoma (Estados Unidos) es la que se ha convertido ahora en protagonista de la actualidad en todo el mundo. Se trata de la formada por Abbey Ahern y Robert, quienes han tenido que hacerle frente a uno de los momentos más complicados de toda su vida. Nos referimos al nacimiento y posterior muerte de su bebé.
El origen de todo
Aunque ha sido ahora cuando se ha hecho público el caso de este matrimonio, hay que remontarse algo más de un año atrás para encontrar el origen del mismo.
Los Ahern tienen cuatro hijos, pero la mujer quedó embarazada por quinta vez, lo que supuso una nueva alegría para toda la familia. Sin embargo, poco duraría esta felicidad porque, en la semana número 19 del periodo de gestación, los doctores les dieron cuenta de que algo no iba bien.
En concreto, la noticia que se les dio fue que el bebé que venía en camino, una niña a la que habían decidido llamar Annie, padecía lo que se conoce como anencefalia. Esta es una anomalía del tubo neural que trae consigo que el pequeño venga al mundo sin cráneo, sin cerebro y sin cuero cabelludo o, como mucho, únicamente con una parte.
Precisamente por esta situación, estaba claro que los padres tenían que pensar qué hacer, ya que su niña moriría a las pocas horas de nacer.
La difícil decisión sobre el bebé terminal
Como es lógico, la decisión de la pareja estaba entre dos opciones: interrumpir el embarazo o bien continuar adelante y permitir que la bebé viniera al mundo, aunque fuera para vivir unas horas.
Dadas las fuertes creencias religiosas de los padres, y el hecho de que los médicos les indicaran que Annie no sufriría en ningún momento, esos se posicionaron de manera muy rápida. Pensaron que la mejor alternativa era, sin lugar a dudas, continuar adelante con el embarazo por dos motivos fundamentales:
- Primero, porque les iba a poder permitir conocer a la niña y poder estar a su lado, aunque fuera un rato. Así tanto ellos como sus demás hijos y la familia restante podrían darle mimos y cariño a la recién nacida.
- Segundo, porque el hecho de que la pequeña llegara a venir al mundo podría salvar la vida de otros bebés. Sí, lo haría mediante la donación de sus órganos. De esta manera, aunque ella no consiguiera seguir adelante, permitiría que sí lo hicieran otros pequeños que necesitaban ayuda urgentemente por sus enfermedades y demás dolencias.
La pequeña Annie viene al mundo
Tal y como te hemos contado, la Ashley y Robert informaron a los doctores de su decisión y así fue que continuaron adelante con el periodo de gestación. Unos meses que, de manera afortunada, no transcurrieron con complicaciones, pero que fueron duros para la mamá a nivel emocional. Y es que no era fácil asumir que estaba llevando en su interior a un bebé terminal que moriría al poco de nacer.
En el mes de junio de 2016 fue cuando vino finalmente al mundo la pequeña Annie. Lo hizo de manera muy silenciosa, porque apenas lloró, pero nada más salir a su exterior contó con el amor de sus padres y de sus cuatro hermanos, que quisieron estar a su lado para dejarle patente todo lo que la querían.
El desenlace esperado
Como ya era conocido por toda su familia, Annie murió al poco de nacer. En concreto, únicamente pudo permanecer con vida durante unas quince horas, aproximadamente. Después de esa situación, los médicos que llevaron su caso hicieron todo lo posible porque se pudiera utilizar la mayoría de los órganos de la pequeña para hacer trasplantes a otros niños. Sin embargo, debido a la falta de oxígeno, únicamente se pudo hacer utilización de lo que eran sus válvulas cardíacas.
El resto de órganos fueron destinados a la investigación científica, para favorecer que se puedan realizar trabajos en pro de encontrar soluciones a numerosas enfermedades, trastornos e incluso anomalías como la de la recién nacida.
Sus padres y hermanos, aunque muy tristes por no poder tenerla a su lado, se sienten satisfechos y orgullosos de que la bebé haya podido contribuir con su vida a salvar a los demás.