Las ventajas más importantes de almorzar o cenar en familia
Después de las vacaciones de verano y de pasar tanto tiempo en familia, llega septiembre y con este mes la vuelta a las rutinas, ya sea el trabajo o el colegio. Una normalidad esta que genera que padres e hijos no puedan estar juntos todo lo que les gustaría, porque sus agendas y obligaciones así se lo impiden.
Sin embargo, es importante que aprovechen al día momentos para seguir manteniendo fuerte ese lazo afectivo que les une. Y una buena alternativa al respecto es la hora del almuerzo o cenar. Es decir, que se recomienda que una de esas dos comidas se haga en familia para poder disfrutar de las siguientes ventajas que exponemos a continuación:
1-Se favorecen las rutinas
Sin lugar a dudas, el hecho de que se establezca como hábito diario que la familia tenga que sentarse a la mesa a la vez para comer junta ayuda a que se creen rutinas. Y estas a su vez son favorables y positivas en tanto en cuanto permite que exista un orden y equilibrio, que ayuda a todos a eliminar el estrés de la jornada, que consigue que los niños especialmente sean más respetuosos con las normas y que se fomente el bienestar en el hogar.
2-Permite que los niños asuman responsabilidades
Otra de las razones beneficiosas que trae consigo que las familias almuercen o cenen juntas es que ayuda a que los hijos empiecen a asumir responsabilidades en casa. Y es que esa comida unidos tendrá que suponer que cada uno ponga su granito de arena para que eso suceda. Así los pequeños pueden comenzar a colaborar poniendo la mesa, llevando las servilletas, colocando los vasos…
3-Mantiene en perfecta comunicación a padres e hijos
De la misma manera, no podemos pasar por alto que quizás la más importante ventaja de todas las que nos ocupan al respecto es que ayuda a que tanto adultos como pequeños puedan mantener en perfecto estado sus lazos sentimentales. Y eso se conseguirá mediante una fluida comunicación en la mesa, pues durante esa comida es importante que cada uno cuente lo que le ha sucedido durante la jornada, qué ha hecho, si le ha ocurrido algo curioso…
4-Ayuda a los padres a detectar posibles problemas en sus pequeños
Por supuesto, no hay que olvidarse tampoco de que gracias a esas comidas en familia, en las que hable y se comente cómo ha sido el día, serán una estupenda manera de que los padres puedan conocer si sus hijos se encuentran bien o si les sucede algo. Primero, lo pueden averiguar porque puede suceder que los pequeños aprovechen ese momento para contarles problemas que pueden tener en el colegio, con un profesor, con un compañero de clase…
De la misma manera, pueden saber si algo no va bien en base a lo que coma el menor. Así, si este apenas prueba bocado deben intentar averiguar el motivo, que puede encontrarse en una circunstancia de salud, en algo que le preocupa, en algún miedo o temor que tenga…
5-Fomenta los hábitos alimenticios saludables
En más de una ocasión hemos comentado el hecho de que es importante que los niños lleven a cabo una dieta sana, completa y equilibrada en pro de conseguir crecer sanos y fuertes. Y para conseguirlo es importante que coman de todo, aunque, a veces, les pueda costar.
Pero ese momento de almuerzo o cena en familia puede ejercer un importante papel en este sentido. ¿Por qué? Sencillamente porque es un instante en el que los papás pueden darles ejemplo tomando y disfrutando de ciertos alimentos que es recomendable que los pequeños empiecen a incluir en sus dietas.
Consejos para las comidas en familia
Además de conocer todo el conjunto de beneficios que traen consigo las mencionadas comidas en familia, también es importante establecer una serie de pautas para lograr que estas sean ventajosas. En ese caso, los consejos más relevantes son los siguientes:
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Se establecerán hábitos y rutinas, tales como colaborar todos en la preparación de la mesa y los alimentos o lavarse las manos antes de sentarse a comer.
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Durante el tiempo que dure la comida no se podrá hacer uso, salvo en casos urgentes, del teléfono móvil, la tablet o juegos de cualquier tipo.
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Nadie se levantará de la mesa hasta que no se haya acabado su plato.
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Se come lo que hay en el plato y sólo se podrá disfrutar de otro alimento diferente cuanto exista una alergia o intolerancia a ese.
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En la mesa se mantienen los modales en todo momento, lo que supondrá sentarse correctamente, no gritar ni jugar con la comida.
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No se tendrá la televisión encendida junto a la mesa en la que se está comiendo, ese instante es para estar juntos y hablar. La serie de turno o el programa se verá después de acabar.