Amor de padre: se tatúa la cicatriz que su hijo tiene por culpa de un tumor

Amor de padre: se tatúa la cicatriz que su hijo tiene por culpa de un tumor
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En múltiples ocasiones somos conocedores de acciones por parte de mujeres que vienen a demostrar claramente el amor que sienten por sus hijos. No obstante, no hay que olvidar que también son muchos los padres que se “sacrifican” en pro del bienestar de sus pequeños o de poder dejarles patentes que siempre van a estar ahí para apoyarles y cuidarles. Y precisamente en este último grupo se enmarca una noticia que ha conseguido emocionarnos. Nos estamos refiriendo al hecho de que un progenitor no ha dudado en tatuarse en su cabeza un dibujo similar a la cicatriz que su hijo tiene por culpa de haber sido operado de un tumor cerebral.

¿Dónde ha sucedido?

Hasta Estados Unidos hay que “marcharse” para conocer esta historia. Y es que en este país, concretamente en la zona de Kansas, es donde viven el padre y el hijo que ahora se encuentran siendo noticia en todo el mundo.

Los protagonistas

Como ya hemos venido a dejar patente, dos son las personas en torno a las cuales gira la información que ha pasado a ser viral:

  • Un niño llamado Gabriel, que tiene 8 años y que, de manera reciente, ha sido operado de un tumor cerebral.

  • Su padre, John Marshall, que ha querido demostrar a su hijo todo el amor que siente por él.

Los hechos

La familia Marshall tenía una vida de lo más normal, hasta que hace algo más de un año todo cambió para siempre. En concreto, fue en marzo del año 2015 cuando al pequeño Gabriel se le diagnosticó un astrocitoma anaplástico, que viene a ser un tumor cerebral de tipo maligno que no es demasiado frecuente y que entraña unos notables riesgos. De ahí que los doctores que llevaban su caso expusieran que era necesario e imprescindible que pasara por quirófano para poder extirpárselo.

Y así sucedió, el niño fue intervenido quirúrgicamente con gran éxito y después tuvo que hacerle frente a un duro tratamiento oncológico que vino a durar unos nueve meses, aproximadamente. Dos herramientas estas que han paralizado el cáncer y que han traído consigo la alegría a toda la familia y, por supuesto, a Gabriel. Sin embargo, desde hace un tiempo, el menor había manifestado a sus padres que se sentía un monstruo, debido a la gran cicatriz que le había quedado en su cabeza.

Ante esa situación, en pro de insuflarle autoestima, de solidarizarse con él y de dejarle patente que siempre estará a su lado, su padre tomó la decisión de tatuarse en su propia cabeza la misma forma de la citada cicatriz de su pequeño. Así, los dos tienen en el lado derecho sendas e idénticas señales, una, fruto de un problema de salud y otra, sinónimo del más puro amor paternal.

El premio

El niño nada más ver lo que había hecho su papá se mostró encantado, feliz y agradecido. Es más, no sólo ha conseguido mejorar de manera notable su autoestima sino que incluso ahora se siente orgulloso de mostrar a todo el mundo que comparten una señal que nadie más tiene, un “distintivo” que les hace estar más unidos que nunca.

Tanto es así que incluso la mamá del pequeño no dudó en fotografiar a los dos hombres de la casa juntos y presumiendo de cicatriz. De esta manera, la instantánea la envió al concurso organizado, bajo el hastag “#BestBaldDAD, por la Fundación St. Baldrick´s en reconocimiento de los padres rapados que muestran el amor a sus hijos.

En concreto, esa imagen ha obtenido el primer premio y es que a nadie deja indiferente la misma. Tanto es así que ha conseguido convertirse en viral en muy poco tiempo y que ha generado un sinfín de comentarios en la Red y especialmente en la red social Facebook, donde también la subió el adulto. Comentarios tales como este: “Me encanta. ¡Qué Dios te bendiga siempre!”.

El segundo y el tercer premio de este certamen ha ido a recaer en otras dos fotografías en las que se muestra cómo unos progenitores no han dudado en raparse la cabeza para que sus hijos, sin pelo por culpa de diferentes tratamientos oncológicos, no se sientan mal y diferentes a los demás:

-El segundo galardón ha sido para papá Richard, que ha optado por quedarse sin pelo para que su hija con leucemia, Kaity, se encuentre animada, respaldada y sienta todo lo querida que es.

 

-El tercer trofeo ha recaído en manos de Bryan Stauch y su pequeña hija Zoe, enferma de cáncer. En la fotografía que han presentado ambos luces orgullosos sus cabezas calvas, que, en el caso del adulto, es símbolo del apoyo y del amor que profesa a su niña, que se siente más unida a él que nunca.

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