Alimentación Infantil

Los libros de cuentos y plantear juegos sensoriales podrían servir para aumentar la ingesta de verduras en los niños

Un nuevo estudio realizado en el Reino Unido ha revelado que los cuentos y los juegos sensoriales sobre determinadas verduras pueden hacer que los niños en edad preescolar las coman.

verduras niños
El estudio que revela que juegos y cuentos pueden hacer que la ingesta de verduras aumente en los niños

¿A cuántos niños pequeños les cuesta comerse las verduras que se le presentan a la hora de comer o de cenar? Uno de los alimentos más importantes en la dieta infantil es también uno de los que más se rechaza, pero un nuevo estudio británico ha revelado que leer cuentos sobre verduras y plantear juegos sensoriales con este alimento pueden hacer aumentar su ingesta entre los pequeños.

Los libros de cuentos y plantear juegos sensoriales podría servir para aumentar la ingesta de verduras en los niños

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Los niños en edad preescolar son muy difíciles de alimentar.En algunos aspectos los niños son obedientes y de hecho se sienten bien cuando hacen caso a lo que les dicen sus padres, pero por otro lado, comienza su sentimiento de autosuficiencia, como querer vestirse solos, o negarse a comer aquello que no les apetece. En este caso, las verduras suelen ser uno de los alimentos que más rechazan.

Un nuevo estudio realizado en el Reino Unido parece haber dado con la clave para conseguir que los niños en etapa preescolar coman verduras. Los investigadores combinaron la narración con el juego sensorial sobre las mismas verduras y encontraron que más niños estaban dispuestos a probar verduras nuevas o que no conocían.

El estudio fue publicado en la revista Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics . El objetivo del equipo de investigación era intentar identificar métodos para aumentar la absorción de verduras entre los niños, pera ello, realizaron distintas actividades de juego sensorial y lectura de cuentos en en 12 centros preescolares del Reino Unido.

A los niños se les enseñó sobre un vegetal nuevo que pocos de los niños habían probado: el apio. Para ello, utilizaron la narración de una historia ilustrada y atractiva junto con un juego sensorial lo que provocó que más niños estuvieran más dispuestos a probar el apio, en comparación con una historia sobre zanahorias con o sin juego sensorial que estaba mal narrada.

Los investigadores encontraron que los niños que estaban en el grupo de la historia sobre el apio tenían mayores probabilidades de comer la verdura que los del grupo de zanahorias. En el grupo de la zanahoria, el 68% de los niños estaban dispuestos a comer una zanahoria antes de la actividad, y eso aumentó entre un 2% de modo que el 70% estaban dispuestos a comer una zanahoria después del cuento. Con el apio, el 69% de los niños estaban inicialmente dispuestos a comer el vegetal, pero ese número aumentó al 83% después de la intervención. El informe concluyó que la congruencia entre las historias y el juego sensorial podría mejorar tanto el interés como la ingesta de nuevas verduras en los niños en edad preescolar.

Los niños en edad preescolar son un grupo de edad ideal para probar esta teoría porque muchos niños experimentan neofobia o miedo a cosas nuevas, especialmente cuando se trata de verduras, alrededor de los 2 años. El aspecto, la textura y, a veces, el sabor amargo de las verduras que no son familiares tampoco ayudan.

Los investigadores utilizaron historias y juegos centrándose en la misma verdura, en comparación con historias sueltas o historias y juegos que trataban de verduras en general en lugar de una verdura específica. El equipo de investigación sugiere que aprender sobre el nuevo alimento, después de tocarlo y manipularlo para eliminar parte del misterio fue útil también para aumentar el consumo de nuevos vegetales.

Para los padres, esta puede ser una herramienta más difícil de usar, ya que podrían ser necesarios varios intentos para lograr los mejores resultados, advierten los autores del estudio.

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