¿No estás a gusto con tu ginecólogo? Descubre cuándo hay que cambiar de médico

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Una mujer puede tener varios motivos para poder cambiar de ginecólogo

Quieres tener un hijo o acabas de descubrir que estás embarazada. En cualquiera de los dos casos, vas a necesitar el asesoramiento y las consultas de tu ginecólogo. De ahí que sea imprescindible que confíes en él y que estés a gusto con la atención que te ofrece.

No obstante, también puede ser que debas llevar a cabo un cambio de médico porque no estás del todo satisfecha con su servicio. En concreto, se recomienda proceder a buscar nuevo doctor cuando se den situaciones como estas que te exponemos:

No te da confianza

Una de las principales razones para proceder a cambiar de ginecólogo es que no te acaba de dar confianza. Posees la sensación de que no estás tranquila en sus manos, sus opiniones no te acaban de convencer y su manera de llevar adelante la consulta no te gusta en absoluto. En ese caso, no te lo pienses más, cambia de médico.

Piensa que estarás poniendo en sus manos tanto tu embarazo como tu salud y la de bebé, por lo que no puedes hacer eso si no consideras que es el profesional adecuado.

No te explica las cosas

Las mujeres embarazadas, especialmente las primerizas, tienen muchas dudas y preguntas acerca de la gestación. Por eso, en pro de estar tranquilas, necesitan hacérselas a su ginecólogo para que este les responda de manera clara y con todos los conocimientos médicos. Eso les hará afrontar el embarazo de mejor forma.

En el caso de que tu médico no te conteste a las preguntas que le haces o no te explique las cosas sobre las que te despiertan interés, debes buscar otro profesional sanitario. Su labor también implica ayudar a la paciente a que pueda dejar de lado el estrés y los miedos que la asaltan. Y si eso no es así, no está desempeñando correctamente su función.

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Si no explica las cosas, es motivo para cambiar

Te contesta mal

En más de una ocasión, como en cualquier profesión, nos hemos topado con un doctor que nos habla mal o que contesta de manera casi despreciativa. Si tu ginecólogo es así, no te lo pienses y cambia de médico. No tienes que aguantar esa actitud ni tienes que afrontar cada consulta rutinaria del embarazo como un “sufrimiento” por la manera de actuar de ese individuo.

Se puede ser más alegre o menos e incluso ser más hablador o menos, pero otra cosa es que se le conteste mal a los demás.

Las consultas son rápidas y siempre parece tener prisa

Otro de los motivos que te tienen que llevar a tomar la determinación de cambiar de ginecólogo es que las consultas sean muy rápidas. Vamos, que cuando te atiende parece que está participando en una contrarreloj y quiere irse a casa cuanto antes.

Esas no son maneras de tratar a una paciente. Cada cita médica requiere su tiempo para realizar el examen pertinente, para hablar de la evolución de la gestación e incluso para explicarle a la mujer todo lo que necesite.

Más motivos para cambiar de ginecólogo

Aunque los que hemos expuesto pueden ser las principales razones para cambiar de ginecólogo, hay otras igualmente importantes para hacerlo:

  • Decide por ti sin preguntar. Con esto nos referimos a que es capaz de proceder a elegir distintos aspectos de la gestación o el parto sin preguntar y sin informarte. Él es el médico y sabe cómo hacer las cosas, pero está claro que no solo debe tener al día a la gestante de todo sino que hay determinadas cosas que recaen en ella y en su pareja.
  • El ginecólogo no te ofrece un trato personalizado. Una de las principales quejas que tienen muchas mujeres es que el doctor que tienen no les brinda un trato personal. Con eso nos referimos, por ejemplo, a que no las llama por sus nombres a pesar de que las ha visto en más ocasiones. Y es que no hace ni el amago de mirar esos en el historial clínico. Este es solo un detalle como también lo es el que explique todo “de carrerilla”, como si fuera el camarero que informa a los distintos clientes de las mismas tapas que tiene en la carta.

El que no tenga información actualizada, el que realiza juicios de valor sobre tu embarazo o tu vida e incluso el que tengas la sensación de que no te escucha son otros motivos para decirle “au revoir”. Sí, para cambiar de ginecólogo.

Afortunadamente la mayoría de médicos que tenemos en nuestro país ofrecen una atención de primera en todos los sentidos.

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