Criar a hijos adoptados. Consejos de utilidad
Muchas son las parejas que, por distintas razones, toman la decisión de llevar a cabo la adopción de un niño. Una acción esta que les permitirá disfrutar de la paternidad, aumentar la familia y vivir experiencias realmente inigualables.
No obstante, para poder adoptar no sólo se hace necesario conocer a fondo cómo es el proceso sino también cómo se debe criar a ese hijo. Y es que en ese sentido hay una serie de cuestiones que pueden resultar “peliagudas” y que deben afrontarse desde el primer momento. En concreto, estos son los mejores consejos que existen sobre cómo llevar a cabo la educación del pequeño adoptado.
Tratarle como a un hijo biológico
La regla de oro a la hora de criar a un pequeño adoptado es que se haga igual que si fuera un hijo biológico, con todo lo que eso conlleva. De ahí que no haya que malcriarle, que no se sea más tolerante y permisivo con este por el hecho de que ha tenido una vida más dura y, por supuesto, que no se le dé un “papel de segundón” con respecto a los vástagos que son de sangre.
Explicarle su origen
En multitud de programas de televisión sobre testimonios hemos sido testigos de cómo muchas personas han reconocido que son adoptados y que no lo han descubierto hasta que son adultos, lo que les ha supuesto un fuerte varapalo emocional y un choque mental que les hace replantearse sus vidas. Por eso, para evitar ese dolor y esos conflictos internos, los expertos en psicología infantil recomiendan que desde temprana edad hay que explicarles a los niños que son adoptados:
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El momento ideal para darles a conocer la situación es cuando están en preescolar, ya que es entonces cuando comienzan a hacer muchas preguntas al respecto.
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Hay que abordar el tema de manera directa, con suavidad y en un lenguaje sencillo que puedan entenderlo.
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Una forma de decirles que son adoptados es explicándoles que nacieron en otra familia pero que esta no podía cuidarlos.
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Asimismo es fundamental que los padres le dejen claro a su pequeño lo importante que ha sido para la familia adoptarlo, cuanto lo quieren y lo felices que les ha hecho.
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Hay que tener en cuenta que, a medida que van creciendo, habrá que darles más explicaciones profundas y responder a todas las dudas que pudieran tener.
Paciencia y tiempo
En el caso de que se adopte a niños que no sean recién nacidos, es importante que los padres tengan mucha paciencia. Y es que sus hijos vienen de vivir otras experiencias, de estar con otras personas y en diferentes ambientes e incluso, en ciertos casos, de hablar otra lengua. Por eso es importante darles tiempo para que se adapten a su nuevo hogar y a la familia. Eso supone que no se les deba presionar para que llamen “papá” o “mamá” o para que adquieran hábitos nuevos desde el primer momento. Hay que estar a su lado, pero sin agobiarles, dejándoles que, poco a poco, vayan asimilando todas las novedades que hay en su vida y que vayan creando afectos.