3 consejos para que tu bebé se duerma bien
El momento en que un recién nacido se tiene que ir a dormir por la noche, es un instante que la mayoría de las veces resulta complicado para los padres. ¿Por qué? Sobre todo porque durante el día el bebé está acostumbrado a la presencia continua de esos, especialmente de la madre, y el hecho de que no los tenga al lado puede provocar que tenga dificultad para conciliar el sueño.
Por eso, es necesario que para conseguir que el niño se vaya a dormir tranquilo, se tengan en cuenta una serie de útiles consejos que se deben utilizar en las tres situaciones más comunes que se producen cuando cae la noche.
1-Sueño y movimiento
Hay bebés que sólo pueden empezar a conciliar el sueño si están en movimiento, es decir, si son mecidos en el cochecito, por ejemplo. ¿Por qué ocurre eso? En líneas generales, porque desde que se encontraban en el vientre de sus madres han estado acostumbrados a los movimientos mientras dormían.
Partiendo de esa premisa, los papás que tengan un hijo que se ajuste a esos parámetros, lo que pueden hacer es acunarle en sus brazos o bien pasearles en el carrito un poquito hasta que se duerma de manera definitiva. Deben tener en cuenta que, conforme se vaya haciendo mayor dejará de necesitar ese “ritual”.
2-Sueño y brazos
Frente a los anteriores tipos de pequeños, hay otros bebés que prefieren dormirse en brazos de sus padres o madres porque necesitan irremediablemente ese contacto directo con los mismos. Una necesidad esta que también es normal, sobre todo en el primer año de vida, porque desde que nacieron han estado en continua unión con sus progenitores, especialmente con las madres.
Por ese motivo, lo recomendable es que durante los primeros meses se les meza un poco en los brazos. No obstante, no hay que preocuparse de que eso siempre vaya a ser así. Y es que, poco a poco, los niños irán cogiendo autonomía. En este caso, una manera de ayudarles es leerles un cuento, porque así se mantendrá el contacto y se hará mucho menos brusca la separación.
3-Sueño y ropa de cama
Además de los dos casos expuestos, tenemos que resaltar que también hay pequeños que se suelen destapar por las noches, provocando así que no descansen tan bien como sería lo recomendable. Por eso, para evitar dicha situación y que puedan descansar correctamente, una buena idea es sustituir las sábanas por un saco de dormir adaptado. ¿Por qué? Por los siguientes motivos:
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Les deja los brazos libres para no crearles sensación de agobio y además les permite que puedan moverse con total facilidad.
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Mediante el uso del saco no se destaparán y, por tanto, no cogerán frío, lo que evitará que puedan enfermar.
En materia de sacos hay muchas posibilidades en el mercado. No obstante, una de las últimas en hacer acto de presencia es la que responde al nombre de Marmotín. Este artículo, además de ayudar a que concilien mejor el sueño, permite reducir de manera contundente las posibilidades de que se produzca la muerte del lactante.