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Cómo explicar a los niños que la Navidad de 2020 podría ser «diferente»

Las actuales restricciones por el Covid-19 ponen en duda cómo se va a celebrar la Navidad, algo que tenemos que explicar a los niños con serenidad y sinceridad.

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Pautas para explicar a los niños cómo va a ser la Navidad en tiempos de pandemia
Blanca Espada

El Covid-19 va a hacer que la próxima Navidad sea sin duda una de las más atípicas que hayamos vivido. Parece que la situación no acaba de remitir del todo, por lo que quedan descartadas las grandes reuniones con toda la familia para esta Navidad, sin olvidar que ya se ha anunciado la suspensión por ejemplo de los tradicionales mercadillos navideños o de las cabalgatas de Reyes en algunas localidades. ¿Cómo explicar a los niños que esta va a ser una Navidad «diferente»?.

Cómo explicar a los niños la Navidad 2020

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¿Tiene sentido explicarles a los niños en este momento que esta podría ser una Navidad ligeramente diferente, quizás sin grandes reuniones familiares y con una rutina festiva completamente alterada? Y si es así, ¿ cómo lo hacemos? Algunos niños o niñas, especialmente los más pequeños, viven la Navidad de una manera intensa, por lo que tras un año muy duro para todos, el hecho de no poder tener la Navidad a la que están acostumbrados puede crear en ellos una gran tristeza.

La clave está en explicar a los niños que la Navidad de 2020 no se va a escapar de la rutina a la que ya se han acostumbrado. Recordemos cuándo tuvieron que volver a la escuela con sus mascarillas puestas y con una serie de normas y pautas que a día de hoy ya forman parte de su rutina y parece que se han adaptado bastante bien. Podemos explicarles que para Navidad vamos a tener que limitar tal vez al número de personas con la que nos reunimos, pero es no quiere decir que no vayan a tener regalos o que no puedan decorar la casa. De hecho, aumentar la actividad en torno a las cosas que sí se pueden hacer esta Navidad, les animará y les hará vivir esta época tan especial para ellos de una forma agradable.

El período previo a la Navidad

Para los niños las semanas y días previos al 25 de diciembre, así como al 7 de enero son realmente «mágicos» ya que se dedican a preparar todo para la celebración de la Navidad. En este sentido nos acompañan a comprar adornos para el árbol, se dedican a abrir el calendario de adviento, se quedan fascinados con la iluminación Navideña, escriben las cartas a Papá Noel y a los Reyes Magos, o ven películas de temática navideña.

Todo esto tipo de actividades, si lo pensamos, son del todo compatibles con la situación que estamos pasando. De modo que no dejemos el ir a buscar un árbol o decoración navideña con los niños, o pasemos una tarde en casa decorando y haciendo manualidades de temática navideña. Cualquier cosa que «caliente los motores» de la Navidad en casa será algo que mantendrá viva la ilusión de los niños.

El verdadero significado de la Navidad

Por otro lado, aprovechemos la situación de pandemia y las restricciones actuales para explicar a los niños cuál es el verdadero espíritu de la Navidad, alejado del hecho de pedir regalos o estar de vacaciones.

Expliquemos con calma a los niños qué es la Navidad realmente y de qué manera el 25 de diciembre conmemora el nacimiento del Niño Jesús, hijo de la Virgen María y San José.

De alguna manera, este es un período de buenos deseos, de solidaridad y de dar más que de recibir. Puede que tal vez no vayamos a reunirnos con toda la familia como hemos hecho años anteriores, puede que no nos podamos ir de vacaciones o puede que no veamos a los Reyes Magos en la cabalgata, pero eso no quiere decir que la Navidad ha quedado anulada, ya que en realidad el espíritu navideño está ahí y los niños lo pueden sentir si por ejemplo, hacemos una gran videollamada familiar, si salimos a pasear con papá y mamá para descubrir las luces navideñas de la ciudad o si por ejemplo, les llevamos a alguna organización benéfica para dejar allí los juguetes que ya no usan y que pueden servir a otros niños sin recursos.

No obviemos la verdad

Incluso cuando los adultos perciben en el aire una atmósfera que no promete nada bueno, esta capacidad de anticipación, a menudo dictada por la ansiedad o la preocupación, no puede asociarse también con el niño. Por eso es mejor no anticipar nada. Incluso si los adultos tienden a hacer predicciones, nadie puede saber qué pasará. Sin embargo, si el niño hace una pregunta directa porque tal vez tiene una rutina navideña bien definida y la está esperando con alegría (un viaje, una visita a sus abuelos, la semana blanca) hay que decir siempre la verdad, sin acentuar ansiedades ni dar certezas. En cierto sentido, muchos padres ya se han capacitado durante el confinamiento para manejar mejor el período de emergencia con sus hijos en casa y el período que anticipa La Navidad no será diferente, de modo que apliquemos las pautas antes indicadas, y seamos sinceros con los niños aunque sin perder el optimismo.

En ningún momento se debe trasladar a los niños la ansiedad con respecto a las vacaciones navideñas y mantener en la medida de lo posible las tradiciones navideñas a las que están acostumbrados. Como en el confinamiento, el éxito de un cambio de rutina radica precisamente en la capacidad de los padres de trasmitir serenidad a sus hijos a pesar de todo.

Pautas a aplicar con los niños para la Navidad 2020

A todo lo explicado, podemos sumarle además una serie de pautas que van a permitir, pase lo que pase, que los niños vivan una buena Navidad 2020.

  • No temer: No solo existen los miedos de los niños , sino también los de los adultos. Y el hecho de no poder volver a abrazar a abuelos o amigos, de vivir en la incertidumbre, solo los agrava. Lo importante es no traspasarlos a los niños si parecen serenos.
  • Espacio para nuevos recuerdos: Todavía no sabremos si tendremos que quedarnos en casa o si las restricciones nos permitirán continuar con nuestros hábitos festivos. Pero en preparación para el segundo caso, es mejor enfocar todo en crear nuevos recuerdos, nuevos hábitos que el niño asociará con la Navidad, aunque sea un poco diferente de lo habitual.
  • Comencemos con las decoraciones: ¿Decorar tu casa en noviembre? Nadie lo prohíbe. La casa adquirió un nuevo valor durante el confinamiento incluso a los ojos del niño, que ahora la vive como refugio aún más que antes. Si la haces más bonita de cara a la Navidad, adquirirás más puntos para vivirla al máximo, aunque pierdas lo que hay fuera.
  • Pase lo que pase, siempre tendrán a mamá y papá: Una «lección» que los padres han aprendido en cuarentena y que el niño ha interiorizado. Sin reuniones familiares, sin vacaciones y quizás sin familiares o amigos alrededor, los más pequeños han entendido que la constante es mamá, papá y tal vez sus hermanos. Una clave importante para entender que puede que no vayan a tener la Navidad tal como la han conocido, pero esta certeza nunca se verá socavada.

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