Aire acondicionado y niños: cómo usarlo en casa y en el coche

Llevamos un verano de 2022 que está siendo de los más calurosos de los últimos años de modo que es importante mantenernos frescos el máximo de tiempo posible, incluso cuando se trata de bebés y niños. En este sentido el aire acondicionado está del todo permitido aunque debemos seguir una serie de pautas y precauciones para usarlo de forma correcta. Veamos a continuación, todo sobre el aire acondicionado y los niños y cómo usarlo tanto en casa como en el coche.

Aire acondicionado con niños

Aunque los expertos y también los médicos suelan dejar claro que podemos utilizar el aire acondicionado tanto en casa como en el coche, cuando estamos con niños, lo cierto es que este es un tema que suele generar bastante discusión entre los padres y madres. Los hay que están a favor y los hay que se niegan en rotundo a usarlo, alegando que puede resfriarlos, o que puede afectarles en el caso de que tengan algún tipo de alergia.

Lo cierto es que si mantenemos los filtros limpios y están revisados antes de encender el aire, y además ponemos una temperatura que sea adecuada, no tenemos porqué negar a nuestros hijos a que puedan disfrutar de un ambiente fresco tanto cuando estamos en casa como cuando viajamos en coche.

A lo mencionado, podemos añadir otras pautas que nos permitan disfrutar del aire acondicionado con los niños de forma adecuada.

Aire acondicionado en la casa

Lo importante es no poner el termostato a una temperatura muy inferior a la actual. 3 o 4 grados menos son suficientes para obtener un agradable frescor que haga que los niños se sientan mejor que en el exterior pero sin que noten frío, dolor de cuello o de cabeza. Por otro lado, los aires acondicionados modernos ofrecen la posibilidad de poner la opción de deshumidificador en lugar del aire acondicionado en aire frío, algo que puede ser buena opción en el caso de que tengamos niños pequeños en casa.

De hecho, la mayor molestia ligada al gran calor viene provocada por el alto nivel de humedad : en la mayoría de los casos es suficiente deshumidificar el ambiente en lugar de acondicionarlo, de esta manera se reduce la cantidad de vapor de agua en la habitación y la el aire se vuelve más fresco y más respirable.

Además, sigue estas otras pautas:

• Mientras tengas el aire puesto, mantén siempre las ventanas cerradas para mantener el frescor, pero luego ábrelas con frecuencia durante el día para facilitar el intercambio de aire (preferiblemente hágalo por la noche cuando hace más fresco)
• Asegúrate de que el chorro de aire no golpee directamente a los niños
• Presta especial atención al mantenimiento de los electrodomésticos: cada año es importante limpiar los filtros para asegurarte de que no se haya formado moho u otras impurezas que puedan contaminar el aire del hogar y favorecer la aparición de molestas alergias o irritaciones. La limpieza periódica de los filtros nos asegura no solo el buen funcionamiento del aparato sino también una mayor salubridad del aire.

Aire acondicionado en el coche

Cuando hace mucho calor, el coche puede convertirse en un auténtico horno y la temperatura interior puede alcanzar picos muy peligrosos y potencialmente mortales.

Por eso no solo es muy importante recordar que nunca, por ningún motivo, dejes a los niños en el coche ni siquiera unos minutos bajo el sol.

Además, para evitar el riesgo de un golpe de calor , es buena idea enfriar el coche antes de entrar con los niños y comprobar que el asiento infantil no está demasiado caliente.

Antes de entrar al vehículo, lo mejor es encender el motor y el aire acondicionado de modo que de tiempo para que todo el ambiente interior se refresque. Una vez os montéis en el coche, baja el aire a una temperatura agradable que puedas mantener de forma estable durante el trayecto. Recuerda además poner parasoles en las lunas traseras para que el calor y el sol de a los niños.