Vox exige a Prohens que frente a la turismofobia de la izquierda haga más promoción de sol y playa
Reclama la aprobación de incentivos a las empresas para que mantengan su actividad en temporada baja
También suprimir cualquier iniciativa que condicione la actividad turística por criterios ideológicos


Vox exige a la presidenta del Govern, Marga Prohens, que frente a la turismofobia de la izquierda haga más promoción de sol y playa de las Islas Baleares, dado que el turismo es el principal motor económico, y supone cerca del 45% del PIB balear sosteniendo de forma directa o indirecta a cientos de miles de familias.
En pleno debate político sobre la puesta en marcha de medidas para disminuir los 19 millones de visitantes que cada año reciben las Islas, Vox insta al Govern a fortalecer la promoción como destino turístico internacional de sol y playa de calidad, impulsando campañas públicas y a rechazar los discursos políticos que fomentan la turismofobia.
A este respecto hay que recordar que siete entidades ecologistas y contra la turistificación de Mallorca afines al anterior Govern presidido por la socialista Francina Armengol, firmaron un manifiesto turismofóbico dirigido a los turistas que visitan Baleares con frases como «¡no vengais, quedaos en casa!».
Los partidos de izquierdas de la oposición en Baleares, en este sentido, han exigido un cambio de orientación de la política turística al Govern con medidas de decrecimiento. Sin embargo, durante los ocho años de gobierno de la izquierda en Baleares crearon más de 115.000 nuevas plazas turísticas y no aplicaron límites al crecimiento turístico.
Frente a estos mensajes de rechazo al turismo propagados por la izquierda reaccionaria, desde Vox instan al Ejecutivo balear a diseñar programas específicos de formación profesional en el ámbito del turismo y de la hostelería, con el objetivo de fidelizar a los trabajadores y elevar la calidad del servicio.
Todo ello «favoreciendo la desestacionalización del turismo» mediante incentivos a empresas que mantengan su actividad en temporada baja, y con «campañas dirigidas a nuevos mercados y nuevos segmentos turísticos».
Porque como apunta Vox en esta moción que se debatirá en el Parlament en las próximas semanas, este sector económico vital se encuentra bajo la amenaza de la turismofobia promovida por sectores de la izquierda y las imposiciones ideológicas derivadas de la Agenda 2030. A ello habría que sumar una creciente presión fiscal, restricciones ambientales arbitrarias, rigideces normativas «y un discurso institucional que en lugar de proteger al turismo, lo estigmatiza».
Según la portavoz parlamentaria de esta formación, Manuela Cañadas, lejos de apoyar a los trabajadores, autónomos, empresas familiares y grandes operadores que hacen posible esta industria, «se les penaliza mediante tasas, normas disuasorias y una narrativa oficial que criminaliza al visitante».
Por ello Vox considera que esta deriva «supone un ataque directo al bienestar económico y social de las islas», dado que el modelo turístico de sol y playa «es un motor de prosperidad, empleo y libertad», por lo que frente al discurso de confrontación con el visitante, «proponemos medidas de apoyo, promoción y mejora para consolidar Baleares como destino líder».
Entre otras cuestiones, la formación propone ayudas directas o desgravaciones fiscales, priorizando a pequeñas y medianas empresas del sector para facilitar la modernización de instalaciones turísticas y su digitalización.
También reclama Vox la mejora de la movilidad, la gestión de residuos, la seguridad ciudadana y el orden público, en municipios turísticos costeros y por último aunque no menos importante, «suprimir cualquier iniciativa que pretenda condicionar la actividad turística a criterios ideológicos, y garantizar seguridad jurídica y estabilidad normativa a los operadores turísticos».
Hay que recordar que el partido que apoyó la investidura de Marga Prohens en julio de 2023, rechaza de plano cualquier subida de impuestos en materia turística y apuesta por la mejora de infraestructuras, la desestacionalización, el impulso del turismo cultural, deportivo y gastronómico, y la lucha contra el turismo de excesos y la oferta ilegal. «El turismo no es el enemigo. El enemigo es quien pretende hundir Baleares con impuestos, restricciones y prohibiciones sin sentido».