Proyectos públicos al ralentí en la urbanización exclusiva de Nou Llevant en Palma
Ayuntamiento e Ibavi no han expropiado aún las 30 viviendas que conectarán este nuevo barrio con La Soledad
Las obras de la Caja de Música acumulan 2 años de retraso al igual que la reforma del edificio municipal de Can Ribas
Mientras la iniciativa privada ha convertido en apenas tres años el erial que era todo el área de Nou Llevant de Palma en una zona residencial con viviendas exclusivas a precios desorbitados y de primer nivel, la iniciativa pública sigue al ralentí en la ejecución de sus iniciativas. en esta nueva y privilegiada área urbana de la capital balear.
Como sucede en la zona turística madura de Playa de Palma donde los empresarios turísticos han hecho desembolsos millonarios para reflotar y revitalizar sus obsoletos establecimientos, en Nou Llevant la materialización de los proyectos públicos que deben completar la configuración de esta privilegiada zona residencial de primera línea de la capital balear, se sigue demorando.
Unas veces se retrasan, como es el caso de las obras de la Caja de Música que servirá de sede de la Orquesta Sinfónica de Baleares y que en el mejor de los escenarios concluirán con dos años de retraso (finales de 2025); en otras ocasiones los proyectos se quedan en el limbo y paralizados como las obras de reforma de la municipal ex fábrica textil de Can Ribas que tenían que haber concluido hace tres años, y otras propuestas anunciadas a bombo y platillo, es que ni han arrancado.
Es el caso de la ejecución del proyecto de cooperación entre el Ayuntamiento de Palma y el Instituto balear de la Vivienda (Ibavi) del Govern para poder abrir la calle Caracas, expropiando 30 viviendas para ser derribadas y conectar así el degradado barrio de La Soledat con la nueva urbanización de Nou Llevant, construyendo a su vez 200 viviendas públicas.
Un ámbito de renovación urbana ya identificado en el plan urbanístico de La Soledad- Nou Llevant que hace más de 10 años que está aprobado y que continúa sin ejecutarse.
El 47% de los terrenos afectados son propiedad del Ibavi, el 13,4% municipales y el resto pertenece a esas treinta familias afectadas que tendrán que dejar su vivienda, a cambio de una compensación económica cuya cifra aún no está calculada.
Pero casi tres años después de aprobarse el proyecto final por el anterior gobierno municipal, todo sigue en el aire.
Ahora este proyecto con el equipo de gobierno del alcalde del PP, Jaime Martínez, según apuntaban esta semana desde la Concejalía de Urbanismo, «tendrá dotación económica para que se pueda expropiar». En principio, lo primero que van a realizar el gobierno municipal y la dirección del Ibavi del Govern es fijar un calendario y hacer una valoración de los costes.
La idea inicial era que el Ayuntamiento, una vez expropiadas las viviendas afectadas reagrupe las parcelas donde se incluirá esta nueva vía de acceso y en el mismo ámbito se reubicarán los edificios plurifamiliares de nueva construcción. Unas fincas que serán de planta baja y dos o tres alturas, a fin de integrarlas en el entorno próximo de La Soledad
Según el plan del Ayuntamiento de Palma, se prevé abrir la calle Caracas, que actualmente no tiene salida, y conectarla con la calle Barranquilla.
Unas obras que permitirán la creación de nuevas zonas urbanas para la construcción de viviendas, tanto públicas como privadas. En principio los costes de la urbanización de estos terrenos era de 3,2 millones de euros, de los que el Ayuntamiento aportaría 770.000 euros y el Ibavi invertirá 2,5 millones.
Mucho trabajo público hay por hacer por tanto en el última zona residencial ya a medio urbanizar de Palma. Más aún, si tenemos en cuenta el compromiso electoral del PP en las municipales de 2023 para con este nuevo barrio. En el punto 111 del citado programa el alcalde Martínez se comprometía a desarrollar el Distrito Digital y de Innovación, ubicado en Nou Llevant, en el que tanto empresas consolidadas como emergentes conformen un hub para promover la innovación y el desarrollo tecnológico.
«Un espacio en el que se establezcan las sinergias capaces de generar proyectos novedosos, que aporten conocimiento y soluciones a las propias empresas y a la sociedad en general, con el objetivo de transformar la economía, facilitando y agilizando los trámites para que se asienten en Palma startups y empresas tecnológicas». Lo que falta por ver es cuándo ese compromiso pasa a ser una realidad.