Los ecologistas critican el desastre medioambiental provocado por las políticas de Armengol en Mallorca
Terraferida anuncia la paralización su activismo y lamenta que en ocho años no se haya admitido ninguna de sus iniciativas
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Los ecologistas de la organización Terraferida critican el «desastre» de las políticas medioambientales impulsadas por el Govern balear presidido por la socialista Francina Armengol y han anunciado este jueves la paralización de su activismo.
En un contundente comunicado, la entidad subraya que los partidos políticos de Mallorca y las instituciones públicas «no quieren hacer políticas ecologistas transformadoras. Son un muro impermeable. Ocho años de propuestas, alegaciones y sugerencias de cambios legales para mejorar la vida de la gente no han encontrado casi ninguna brecha, ningún espacio, ningún sí».
«Los partidos progresistas han gobernado 16 de los últimos 20 años en Mallorca», recuerdan en su nota. Por ello lamentan que, «aunque se les supone más sensibilidad que al resto de formaciones en temas ambientales, vemos con preocupación que están encerrados en banda. Incorporan el discurso y el vocabulario de las entidades ecologistas, pero siguen ejecutando políticas de crecimiento y masificación y se niegan a poner límites a la construcción masiva y al proceso de turistificación total de Mallorca».
«Si se vieran avances y voluntad real, el primer motivo no sería ningún obstáculo para continuar. Pero los movimientos sociales necesitan conseguir objetivos de vez en cuando, es su razón de ser», lamentan en el comunicado que pone punto y final a su activismo.
En este sentido apuntan que «con un Plan Territorial que permite llegar a las 3 millones de plazas residenciales y turísticas, cerca de un millón más que las edificadas hasta ahora, el desastre está servido. Y ninguna fuerza política quiere recortar esa barbaridad que nos conduce a una Mallorca masificada, caótica y precaria»
A ello se le suma el hecho de que «vemos con preocupación también, que las instituciones se limitan cada día más a tramitar, cobrar los impuestos correspondientes con los que se paga el escudo social mientras renuncian a hacer políticas ambientales y sociales transformadoras a medio y largo plazo que nos permitirían afrontar el futuro».
«Nos preguntamos también qué dato, estudio o información más deben tener al alcance para que se tomen en serio la crisis socioecológica y climática que tenemos encima y hagan cambios reales, por pura supervivencia. Hay gente preparada y honesta en las organizaciones políticas de este país, en cada gremio y en cada sector económico. Pero por un cúmulo de motivos, las políticas públicas de protección del territorio no avanzan más allá del titular».
Finalmente, la entidad afirma ser consciente de que «no es fácil dar la vuelta a la situación, pero ver que ni se intenta es desencantador. Ver tantos cargos públicos escribiendo en las redes sociales continuamente y tan poco en el BOIB, lugar donde deberían sustanciarse los cambios que la sociedad necesita, es una prueba más de esta obsesión por comunicar, cuando lo importante y útil es hacer».