La dejadez del edil Jarabo de Podemos pone contra las cuerdas el centro comercial de S’Escorxador
Siete meses después de recuperar este espacio, continúa sin sacarlo a concurso
Los comercios funcionan en base a una cuestionada autorización temporal
El concejal no dio esta opción a los empresarios de las cerradas galerías de la Plaza Mayor
Podemos cesó al jefe de contratación de Palma por vetar un concurso ilegal para un centro comercial
La dejadez y pasividad del Ayuntamiento de Palma, en concreto del concejal de Participación Ciudadana y Gobierno Interior de Podemos, Alberto Jarabo, coloca al más popular centro comercial municipal de Palma, S’Escorxador, al borde del cierre.
Bares, comercios, cines y supermercados del centro comercial de S’Escorxador, en el barrio de Camp Redó, están contra las cuerdas porque siete meses después de que el Ayuntamiento de Palma recuperara la gestión de este popular y concurrido espacio público -una vez finalizada la concesión de su explotación a la empresa Mercasa-, no lo ha sacado a concurso.
Los negocios allí instalados están operando mediante una más que cuestionada autorización temporal, hasta la adjudicación de la nueva concesión que siete meses después de su anuncio ni tan siquiera se ha convocado, por lo que no podrán hacerlo durante mucho más tiempo en estas condiciones.
A este respecto hay que recordar que el anterior responsable de contratación, Juan Carlos Sastre, cesado en diciembre por el edil Jarabo, era favorable a realizar una concesión de servicios de este recinto municipal para permitir una amplia concurrencia de empresas y de garantías para la Administración.
Sin embargo, el actual gobierno municipal apuesta por una convocatoria restringida que acote las empresas que pueden presentarse a la convocatoria, formalizando un contrato de arrendamiento privado del recinto, fórmula que Sastre rechazaba al considerarla contraria a Derecho. Desde enero el gobierno municipal continúa sin dar salida a ninguna convocatoria, colocando en una situación de total inseguridad jurídica a estos empresarios.
En caso de que se materializara el cierre, sería el tercer espacio comercial municipal al que el actual equipo de gobierno habría llevado a la ruina, tras la clausura del vecino mercado de abastos de Camp Redó y de las galerías comerciales municipales de la Plaza Mayor. Curiosamente, en este caso, el gobierno municipal no dio opción alguna, ni buscó una fórmula aunque fuese temporal, para la continuidad de los negocios, como sí que han podido hacer, hasta ahora, los empresarios de S’Escorxador por obra y gracia del mismo concejal.