Bicicletas y patinetes siguen circulando por Plaza de España de Palma a pesar del cierre del carril bici
La seguirdad de los peatones sigue amenazada hasta que no se busquen nuevas fórmulas
Diversas asociaciones piden al alcalde que el futuro nuevo carril no discurra por una zona peatonal
Jaime Martínez promete eliminar el conflictivo carril bici de la Plaza de España si es alcalde
Cientos de usuarios de patinetes y bicicletas siguen circulando cada día por el clausurado carril bici de la Plaza de España y provocan un conflicto con los peatones. Las obras de la zona han absorbido el carril, que ya no está delimitado. Una barrera corta el paso y señala la obligación de seguir a pie, por lo que los usuarios que no se bajan de su vehículo de movilidad personal estarían incumpliendo una normativa.
El carril bici que atraviesa la Plaza de España ha desaparecido, pero las bicicletas y patinetes se ven obligados a seguir circulando debido a la falta de una vía viable y segregada de los peatones. El nuevo alcalde de Palma, el popular Jaime Martínez, ya anunció en su programa de gobierno que este carril iba a ser eliminado por ser una amenaza para la seguridad de los peatones. De hecho, algunos de ellos han sufrido atropellos por parte de usuarios de patinetes.
Hace unos meses, al ya alcalde de Palma, Jaime Martínez, insistió en que Palma necesita un carril bici «bien pensado, segregado y con tramos continuos que no interrumpan el recorrido». Ahora, el trabajo del nuevo ejecutivo del Ayuntamiento es buscar fórmulas para que tanto los peatones como patinetes y bicicletas puedan transitar sin estorbarse entre sí.
Tras el cierre de este carril bici, diferentes asociaciones exigen a Martínez que se busque de manera inmediata un nuevo trazado que no discurra por una zona peatonal. Tanto la ‘Plataforma patinetes y bicis a raya’ como la entidad ‘Biciutat’ aplauden que se ponga fin al conflictivo carril y piden que la nueva solución que se vaya a tomar no pase por obligar al usuario del patinete o bicicleta a bajar del vehículo y obligarlo a ir a pie.