Anticorrupción acorrala a Armengol por los ‘vacunajetas’ de su Govern en Baleares

La presidenta del Govern Balear, Francina Armengol, empieza a estar acorralada. La Oficina Anticorrupción, a la que Armengol se había negado a facilitar la información de las vacunaciones realizadas hasta la fecha porque entendía que «vulneraba la intimidad de los ciudadanos», ha afinado su solicitud y lo que pide ahora es la relación de altos cargos vacunados en las diferentes administraciones de la Comunidad Autónoma. A todo esto, la consellera de Salud del Govern, Patricia Gómez, no quiso este martes contestar a la diputada del PP Nuria Riera cuando le preguntó si la presidenta Armengol estaba vacunada. «¿Por qué prefieren generar rumores antes que facilitar los datos?» Le insistió Riera a Gómez. «Porque ya sabe que hay rumores, muchos rumores», enfatizó. Ante el sospechoso silencio de la bancada socialista el PP balear ha ido un paso más allá y ha registrado una pregunta oficial dirigida a cada uno de los consellers de Armengol: ¿se ha vacunado usted contra el covid? De momento no hay ni una sola respuesta.

Las sospechas de que altos cargos del PSOE balear se hayan vacunado irregularmente están al cabo de la calle alimentadas por la negativa del ejecutivo que preside Francina Armengol a facilitar la identidad de los que ya se han inyectado alguna de las dos dosis del antídoto. «¿Cuál será la sorpresa cuando se conozca el nombre de los privilegiados que se saltaron la cola?», le dijo Nuria Riera a Patricia Gómez en la sesión parlamentaria de este martes sin obtener respuesta de la consejera de Salud, que en todo momento guardó silencio. «Usted decidirá si quiere seguir teniendo la conciencia tranquila, como enfermera de profesión que es, o si quiere seguir cubriendo las mentiras de la señora Armengol», sentenció para finalizar la diputada ‘popular’.

Callejón sin salida

Armengol parece estar en un callejón sin salida. Baleares inició el proceso de vacunación el pasado 27 de diciembre en la residencia de ancianos de la Calle Olmos. Allí recibió el primer pinchazo de la farmacéutica Pfeizer la nonagenaria Avelina Serrano. Según los datos oficiales, durante aquel domingo recibieron el antídoto 55 de los 73 residentes, además de 79 profesionales del mismo centro. Sin embargo, no tardó en descubrirse que ese día alguien más prestó su brazo derecho para ser inoculado: en concreto la directora general de Gente Mayor del Consell de Mallorca, Sofía Alonso,  la subdirectora de Atención a la Cronicidad de la Consejería de Salud, Angélica Miguélez, y el coordinador de la campaña de vacunación en las islas y alto cargo del IB-Salut, Carlos Villafáfila. Ninguno de los tres pertenecía a grupos de riesgo o estaban en contacto directo con enfermos. Directamente se saltaron la cola.

Incluso así no salen los números. Oficialmente el 27 de diciembre estaban disponibles 165 dosis. 55 para residentes, 79 para profesionales y tres para altos cargos del PSOE. En total, 137. ¿Qué pasó con las 28 vacunas restantes? ¿Quién se las puso? La Oficina Anticorrupción quiere saber si alguna de ellas ha ido a parar a uno de los 1.500 altos cargos que están repartidos entre las instituciones insulares, pero hasta ahora PSOE y socios de gobierno, Més y Podemos, han evitado todas las investigaciones. El pasado dos de marzo el Parlament rechazó gracias los votos del bloque de izquierdas crear una comisión de investigación para esclarecer por qué hubo cargos públicos vacunados el primer día.

Oficialmente a día de hoy sólo un político balear ha recibido la primera dosis de la vacuna. Se trata del vicepresidente del Parlament Juan Pedro Yllanes, de Podemos, que lo difundió el pasado fin de semana a través de las redes sociales. Llama poderosamente la atención que Yllanes, con 61 años recién cumplidos, ya haya sido inmunizado y en cambio el consejero de Educación del Govern Balear, Martí March, próximo a cumplir 67 y uno de los principales cargos de confianza de Francina Armengol aún no haya sido citado.