ARAGÓN

Zaragoza no tendrá un ‘Madrid central’: «No vamos por esa línea, aquí no es necesario»

El tráfico restringido de la zona de bajas emisiones está delimitado por una franja horaria

La inversión para implantar la zona de bajas emisiones está cifrada en 1,5 millones de euros

Zaragoza zona de bajas emisiones
Zona de baja emisiones en Zaragoza.
Paula Ciordia

Zaragoza ultima la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) a fin de cumplir con la ley nacional. La capital de Aragón tiene como horizonte convertirse en una de las cien ciudades europeas en lograr ser «climáticamente neutra» para 2030. Eso sí, desde el Consistorio advierten que no lo harán a costa de impedir la circulación de vehículos por el centro de sus cascos urbanos «de una manera drástica», aunque evidentemente sí aplicará restricciones a los vehículos de combustión o híbridos, que consistirá fundamentalmente en una franja horaria diaria.

«En Zaragoza partimos de una buena calidad medioambiental, por lo que no vamos en la línea de aplicar un Madrid central, aquí no es necesario», explica la consejera de Movilidad y Medioambiente, Tatiana Gaudes a OKDIARIO. Gaudes se refiere, entre otros motivos, al cierzo, un viento que sopla proveniente del Moncayo con fuerza, y que es el aliado perfecto de la ciudad para mantener los niveles contaminantes lejos de los valores límites que establece la Unión Europea.

«La aplicación de la zona de bajas emisiones en Zaragoza será progresiva porque, a golpe de sanción, no se consigue nada, sólo rechazo», explica la joven consejera, que tiene prevista su aprobación para finales de julio.

Esta normativa contempla un catálogo de excepciones y autorizaciones para diferentes tipos de vehículos y usuarios. El acceso a la zona de bajas emisiones será libre para bicicletas (de pedaleo normal y eléctricas) y vehículos de movilidad personal (VMP), así como para los vehículos con distintivo ambiental B, C, ECO y 0.

Sánchez y los municipios

La alcaldesa de Zaragoza, la popular Natalia Chueca, deberá cumplir así como todos los municipios de 50.000 habitantes, siguiendo la Ley 7/2021, de 21 mayo, de Cambio Climático y Transición Energética, que impone a los municipios «planes de movilidad urbana sostenible, que deben introducir medidas de mitigación para reducir las emisiones derivadas de la movilidad, incluyendo al menos el establecimiento de zonas de bajas emisiones». Así como aquellos municipios de más de 20.000 habitantes que superan los valores límites de los contaminantes regulados en el Real Decreto 102/2011, relativos a la mejora de la Calidad del Aire.

Si bien hay que resaltar que cuando esta ley se aprobó no había un instrumento jurídico para poderla aplicar con garantías: «Pedro Sánchez carga a los ayuntamientos con un montón de competencias a través de nuevas leyes sin saber cómo desarrollarlas», critica Gaudes.

De hecho, la propia Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) pidió en 2023, cuando todavía estaba gobernada por el PSOE, una prórroga al Ministerio par la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para su aplicación, puesto que en ese año sólo 11 municipios habían logrado desarrollar la suya.

Zaragoza: zona de bajas emisiones

En Zaragoza, el tráfico restringido en la zona de bajas emisiones se circunscribirá a una franja horaria, a excepción de residentes o aquellos vehículos de servicios especiales emergencia. Dicha franja horaria que inicialmente fue plateada de una manera más amplia, de siete de la mañana a once de la noche, finalmente será reducida a ocho horas al día, tal y como ha propuesto el grupo municipal VOX para que salga adelante la ordenanza, sin que el PP necesite los votos de la izquierda.

«Que Madrid y Barcelona tengas zonas restrictivas en el centro es lógico, pero en Zaragoza hay 300.000 personas de 800.000, que viajan diariamente en transporte público e incluso hay una tendencia en los jóvenes que marca que ya no se sacan el carnet de conducir», indica Gaudes, «por lo que la zona de bajas emisiones debe ser un proyecto a largo plazo. Debemos adaptar estas zonas a la ciudad de manera natural».

El segundo punto que Vox ha negociado con PP es permitir el acceso a la zona de bajas emisiones a todos los vehículos que parqueen en un parking público así como a los huéspedes de los hoteles, aunque todavía está por determinar la manera técnica en que esto se llevará a cabo.

Y en tercer lugar, pueden estar tranquilos todos aquellos que por error puedan ir a parar a una zona de bajas emisiones sin que su vehículo cumpla los requisitos, puesto que Vox propuso un periodo de gracia que el PP ha tenido a bien aceptar. Aunque todavía están negociando entre ambos partidos, los 15 minutos que propuso Vox y que el PP ha dejado, de momento, en 10 minutos.

El apoyo a la zona de bajas emisiones

Ahora bien, ni Vox ni la izquierda presumiblemente votarán a favor de la ordenanza, aunque por motivos diferentes. Mientras que la izquierda, representada por el PSOE y los comunistas de Zaragoza en Común (ZEC) consideran que «no es lo suficientemente ambiciosa», Vox lo hace por una cuestión de coherencia con su programa electoral.

Una coherencia que, de momento, no ha encontrado el PSOE, puesto que previsiblemente votará en contra una ordenanza muy similar a la que otros socialistas han puesto en marcha en Vigo o Bilbao, teniendo en cuenta que el borrador realizado por la FEMP alcanzó un amplio consenso de todos los partidos, y es la que los municipios están tomando como punto de partida.

Vox se abstendrá, de tal forma que la ordenanza podrá salir adelante con los 15 votos del PP. Dos son los motivos de la abstención, tal y como explica David Flores a OKDIARIO: «Por un lado, es una ordenanza que hemos negociado con el PP para tratar de aliviar el peso restrictivo que tenía en un principio. Pero por otro lado, nosotros estamos en contra de este tipo de zonificación, porque consideramos que este tipo de normativas no tienen nada que ver con el clima».

«Estas ordenanzas son una herramienta ideológica para desincentivar el uso del coche y cambiar el modelo productivo de las ciudades», explica. «Ahora bien, entendemos que Zaragoza, como el resto de ciudades, deben cumplir con las leyes estatales, nos gusten o no estas leyes», añade, «y en este caso, la ordenanza que saldrá adelante en el Ayuntamiento de Zaragoza es moderada».

Casco Histórico, año 2026

Los zaragozanos tendrán varias zonas delimitadas para su implantación. La primera de ellas será la denominada Casco Histórico, «y es una zona ya muy peatonal actualmente», señala Gaudes.

Esta zona estará delimitada por Paseo Echegaray y Caballero, San Vicente de Paúl, Coso, Plaza de España, Conde Aranda, Mayoral, Plaza de Santo Domingo y calle Ramón Celma, que conecta de nuevo con Echegaray.

Por otro lado, hasta 2026 los ciudadanos podrán circular por este distrito aunque sus vehículos no cumplan sus requisitos porque, aunque haya una vigilancia policial, éstos sólo impondrán sanciones de carácter informativo, es decir sin importe de la multa. Después de seis meses, se procederá a un registro para que los vehículos requieran de una autorización. Y finalmente, en 2030, los sistemas de vigilancia automatizados estarán en pleno funcionamiento para aplicar las sanciones correspondientes.

Centro de Zaragoza, año 2030

La segunda zona en la que se implantará será en el centro. Esta zona abarcará el interior del perímetro delimitado por las calles Echegaray y Caballero, Coso, Alonso I, Asalto, Paseo de la Mina, Constitución, Plaza Paraíso, Paseo Pamplona, Paseo María Agustín, Plaza de Europa y, de nuevo, Echegaray y Caballero.

Aquí los ciudadanos no tendrán tanto tiempo de adaptación, pues a los seis meses, entrará la zona de bajas emisiones, según plantea la ordenanza, con sistemas de vigilancia automatizada y aplicando sanciones correspondientes por incumplimiento.

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