ARAGÓN

Sumar se cobra su apoyo a Sánchez en Aragón: el Gobierno desembolsa 100.000 € para promocionar el aragonés

La subvención irá destinada a la Academia Aragonesa de la Lengua y a la Diputación Provincial de Zaragoza

Las ayudas se otorgarán a través del Ministerio de Cultura dirigido por Ernest Urtasun (Sumar)

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Paula Ciordia

El diputado de Sumar por Aragón, Jorge Pueyo, cobra su apoyo a Sánchez arrancando 100.000 euros en ayudas para la promoción del catalán y el aragonés. Este martes, el Consejo de Gobierno de España ha aprobado otorgar dicha línea de financiación que irán a parar a partes iguales, tanto a la Academia Aragonesa de la Lengua como a la Diputación Provincial de Zaragoza –gobernada por el PSOE–.

La subvención nominativa se tramitará por iniciativa del Ministerio de Cultura, controlado precisamente por Sumar, y dirigido por Ernest Urtasun, y significará la primera vez que desde el Gobierno de España se promueve con partida presupuestaria las lenguas aragonesas.

Desde que comenzó esta legislatura, Pueyo ha utilizado el aragonés en el Congreso como una de sus mayores bazas políticas, hasta el punto de emplearlo en sus intervenciones.

Ayudas al aragonés y al catalán

De hecho, a principios de la legislatura, en septiembre de 2023, el Congreso modificó el reglamento para que Pueyo –como el resto de diputados que lo deseara– interviniese en aragonés o en cualquier lengua no oficial, con la condición de que el orador tradujera su discurso en su misma intervención.

Tanto Vox como PP en la comunidad, consideran que esta línea de financiación llega justo en el momento en que Sánchez necesita afianzar el voto del diputado aragonés de Sumar en el Congreso, que ha amenazado en varias ocasiones con no apoyar la reforma de la financiación que beneficiará a Cataluña. «El PSOE se lo debía desde el inicio», valoran fuentes del Ejecutivo de Azcón a OKDIARIO.

Por su parte, Vox denuncian que «esta cesión del Gobierno de España a Chunta, no tiene en cuenta la voluntad de los hablantes y la realidad del territorio». «Esta subvención se aprueba con la única voluntad de aplicar un criterio político por encima de la protección de las diferentes variedades dialectales existentes», explica Vox a OKDIARIO.

El caso del aragonés en Aragón

El caso del aragonés en la propia comunidad autónoma es paradigmático, puesto que en las Cortes de Aragón ninguno de los diputados autonómicos lo utiliza como lengua vehicular ni tan siquiera el representante de Chunta Aragonesista–partido al que pertenece Jorge Pueyo–.

«Desde 2016, el aragonés y el catalán han sido usados como arriete político de Chunta, momento en que entraron a formar parte por primera vez de un Ejecutivo autonómico, al necesitar el socialista Javier Lambán su apoyo para formar gobierno», señalan desde el Ejecutivo de Azcón a OKDIARIO.

Desde aquel año, el catalán y el aragonés se reconocieron explícitamente como lenguas propias en la Ley de Patrimonio Cultural de Aragón, una consideración que nunca se les había dado y que despertó la indignación por parte de los sectores más conservadores. Sobre todo desde Vox, que alerta de una «instrumentalización política» del patrimonio lingüístico de la comunidad.

Tanto PP como Vox llevan tiempo denunciando que la izquierda «simplifica» la realidad lingüística de la comunidad, motivo que hizo que al llegar al poder el pasado 2023, ambos partidos acordaron eliminar el reconocimiento del catalán como lengua propia de Aragón, retrotrayendo la consideración de esta lengua a la que había con el Gobierno popular de Luisa Fernanda Rudi.

Sin embargo, la ruptura del pacto de Gobierno trajo, entre otras consecuencias, que esta reforma no fuera apoyada por PP, quedándose sólo en la defensa de la iniciativa de Vox, que recibió el apoyo del diputado del Partido Aragonés (PAR), Alberto Izquierdo, quedándose los populares entre la espada y la pared. Puesto que ahora, al no haber nuevos presupuestos, no tienen posibilidad de dedicar una partida presupuestaria al asunto de la promoción de lenguas.

Ahora bien, durante el año que PP y Vox estuvieron unidos en el Ejecutivo ambos promovieron cambios significativos en la manera de gestionar las lenguas. En primer lugar, eliminaron la Dirección General de Política Lingüística del Gobierno de Lambán, que costaba a las arcas del aragonesas 700.000 euros, destinándose la mayoría de este presupuesto al gasto de personal –en concreto más de 370.000 euros–.

Además eliminaron las subvenciones destinadas a la Academia Aragonesa de la Lengua –20.000 euros–, así como rechazaron renovar el convenio de la Cátedra Johan Ferrández d’Heredia con la Universidad de Zaragoza –otros 30.000 euros–, y el resto de ayudas que recibían varias de las entidades que promovían el aragonés y el catalán al considerar ambos partidos que servían como «satélites de Chunta y el resto de partidos de extrema izquierda».

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