Peregrinos por la esperanza, la red de un sacerdote venezolano en Zaragoza: «Ayudamos a 2.000 familias»
Samuel Pérez Ayala ha ganado el premio Latir Hispano 2024, en la categoría Innovación Social
Es el párroco de la iglesia Cristo Rey en Zaragoza, referente en la comunidad hispana
El sacerdote Samuel Pérez Ayala llegó de Caracas a la iglesia de Cristo Rey en Zaragoza por casualidad. O mejor dicho, por diosidencia, es decir, porque la Providencia quiso, como le gusta decir. En 2016, le confiaron el pequeño rebaño de esta parroquia que agonizaba sufriendo un ocaso de fieles, como muchas otras en los barrios obreros de España.
Samuel Pérez Ayala recuerda las palabras que pronunció como despedida su antecesor: «Samuel, serás quien apague la luz y cierre la puerta de esta iglesia». Esta sentencia con tintes proféticos impactó sobremanera en el carácter jovial y entusiasta del cura venezolano, un hombre acostumbrado a lidiar con la desesperanza que habita en los corazones de los jóvenes delincuentes de los barrios más conflictivos de Caracas.
Premio Latir Hispano 2024
«Me resistí a apagar la vela de esta iglesia, me rebelé», nos confiesa desde su despacho enriquecido con imágenes bellas de barro y fotografías de santos y vírgenes. El tesón de Samuel Pérez Ayala, como buen pastor, ha sido puesto en valor en la primera edición de los premios Latir Hispano, impulsados por la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, quien aspira a convertir la ciudad en la capital europea de la Hispanidad.
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Estos premios quieren ser un reconocimiento al trabajo y al talento de todas las personas que han cruzado el charco para empezar una vida en esta ciudad con fuertes lazos católicos con América gracias a la Virgen del Pilar. «En Venezuela hay mucha devoción a la Virgen del Pilar, la entendemos y sentimos como patrona de la Hispanidad. De hecho, hay pueblos que se llaman así», explica.
Este sacerdote venezolano ha recibido el premio a la Innovación Social, por la gran labor de integración con la comunidad inmigrante del barrio realizada desde 2017, a través de la comunidad que ha creado, llamada Peregrinos por la esperanza: «No somos una ONG ni queremos serlo. Somos una comunidad y la gente viene porque quiere. Dar para recibir, es la clave del crecimiento que hemos experimentado».
Peregrinos por la esperanza
Peregrinos por la Esperanza es un motor de integración que ha obrado el milagro en la ciudad. Más de 2.000 familias han recibido ayuda de esta parroquia en siete años, provenientes de 36 países diferentes, la mayoría de Hispanoamérica.
Samuel Pérez Ayala advierte que él no es un influencer, pese a que tenga de colaborador a un cachorro caniche, de color canela, llamado Grino, un juego de palabra en honor al peregrino. Él sólo pidió ayuda a Dios y empezó por recuperar el culto al Santísimo todos los jueves del año. Poco a poco, la gente empezó a entrar en la iglesia, y fue haciendo un grupito de fieles que necesitaban, además de pan de Dios, ayuda de hermano.
«Los inmigrantes no necesitan un ropero, necesitan curar las heridas del corazón. Por eso fundamos Peregrinos por la esperanza, para servir de referente emocional y espiritual», explica. Él ha dado la vuelta al concepto de migración o extranjero, centrándose en el sentido católico de la palabra peregrino, para entender que su estancia en Zaragoza tiene un para qué, un sentido en su vida.
Samuel Pérez Ayala y sus dos santos
Sin darse cuenta, Samuel Pérez Ayala comenzó a nutrir una comunidad de personas llegadas de otras partes del mundo que compartían el dolor de la migración y las raíces cristianas. Desde entonces, la parroquia de Cristo Rey en Zaragoza cuenta con dos santos protectores: Manuel González, conocido como el Obispo del Sagrario Abandonado, y María Teresa de Calcuta.
«Todo lo que ha pasado en esta parroquia es gracias a la ayuda del Santísimo. El jueves ha vuelto a ser un día importante en esta parroquia, y el resultado de la adoración a Él es evidente. La vida que ha recuperado esta iglesia no es obra del hombre», explica el sacerdote, quien impulsó el pasado marzo la llegada de una reliquia de Manuel González a Cristo Rey, donde ahora luce en una sencilla hornacina en la capilla como agradecimiento a su intercesión. «Él protegió muchos sagrarios abandonados durante la guerra civil y ha protegido a éste para que la luz no se apague», reflexiona.
La otra santa que se puede observar luciendo una sonrisa permanente es María Teresa de Calcuta, una religiosa libanesa que hizo su gran obra misionera en la India. De Santa María de Calcuta reconoce su gran labor con el inmigrante y el pobre: «Sólo cuando vives como ellos, cuando entiendes que tú también has sido un inmigrante, puedes ayudar realmente a que las personas se integren. Porque tú eres igual que ellos. En ese reconocimiento surge algo bello y poderoso».
A Cristo Rey vienen personas mayores que bailan sevillanas, jóvenes que cantan, pobres que necesitan ayuda, peregrinos en busca de su faro. La parroquia ha resucitado, como quien dice, gracias a la fe traída de otros rincones del mundo que han avivado la llama de este barrio, cuyo 15% lo representa población hispana.
Cuenta el sacerdote que en esta parroquia se ha logrado una unión ecuménica, de cristianos de otras partes del mundo, llegados de Ucrania o de incluso Mongolia. Y sobre todo, de católicos de Hispanoamérica que han aterrizado en Zaragoza en busca de una vida mejor.
«No debería producirse estos desplazamientos migratorios tan intensos. Las personas tienen derecho a no migrar. Yo le pido a Dios que abra las mentes de los responsables políticos para que esta tragedia cese», implora.
Además, con la ayuda de su padre, músico como él, ha logrado tejer una red de más músicos en Zaragoza organizados en la orquesta Peregrinos por la esperanza, que interpreta conciertos en cinco iglesias de Zaragoza, y que sirve de nexo de unión para jóvenes, mayores y personas con discapacidad: «A mí Dios me dio un don para ponerlo al servicio de los demás. Como al resto de personas que forman parte de la orquesta, que sirve también como motivo de integración. Dios es verdad, bondad y belleza», concluye el sacerdote, dándonos la bendición a toda la audiencia de OKDIARIO en este día Santo de la Inmaculada Concepción.