Aragón
MANIOBRAS EN LOS PIRINEOS

Hospitalizados varios militares por congelación e hipotermia tras unas maniobras en el Pirineo aragonés

  • Paula Benito
  • Portadista y redactora de información de última hora. Escribo sobre política, internacional y sociedad. Antes, en La Sexta. Contacto: paula.benito@okdiario.

Nueve militares del Batallón Montejurra I/66 tuvieron que ser hospitalizados hace unos días con síntomas de congelación e hipotermia tras unas maniobras de cazadores de montaña en el Pirineo aragonés.

Desde la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) ha pedido al Ministerio de Defensa que proporcione información al respecto y desde la cartera dirigida por Margarita Robles han informado de que los nueve militares han recibido ya el alta hospitalaria. Asimismo, ha asegurado que en todo momento se siguieron los protocolos adecuados y que el servicio médico de la unidad valoró los casos y tomó las medidas oportunas.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 7 de marzo en la zona del Pirineo aragonés, cuando durante unas maniobras del batallón de cazadores de montaña nueve militares comenzaron a presentar síntomas de hipotermia y congelación.

Según ATME, la actuación del capital de la compañía evitó que hubiera más heridos y con un pronóstico más grave ante la previsión de una meteorología más adversa. Según la citada asociación, fue él el que solicitó al jefe del Batallón Montejurra la suspensión de la instrucción nocturna.

Así lo recoge la agencia Efe, que ha informado de que nueve militares fueron evacuados al hospital de Huesca y, posteriormente, dos de ellos ingresaron en el Hospital General de la Defensa de Zaragoza. Desde el Ministerio ya han aclarado que todos los afectados han recibido el alta y que se actuó conforme a los protocolos.

Cerro Muriano

ATME ha denunciado que en los últimos meses se han producido hechos «extremadamente contundentes», como el accidente ocurrido en Cerro Muriano (Córdoba) el pasado diciembre, en el que dos militares -un soldado y un cabo- murieron ahogados durante unas maniobras.

Según la representación de la familia del soldado Carlos León, el 21 de diciembre se ordenó a la tropa atravesar el lago artificial de la base de Cerro Muriano, unos 100 metros de orilla a orilla, «sin contar con las más elementales medidas de seguridad adecuadas para la práctica», asumiendo con ello un «riesgo extremo».

Los testigos narraron, incluso, que propusieron al capitán dejar las maniobras para otro día, pero hizo caso omiso. «¡Me suda la polla todo, todo el mundo para adentro!», gritó el mando, según describió un soldado presente en las maniobras.

El fatal ejercicio se saldó con la muerte por ahogamiento del soldado Carlos León Rico, de 24 años, y del cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, de 34, que se lanzó al agua para auxiliar a sus compañeros. Además del uniforme, el casco, las botas, el fusil y una mochila de ocho kilos, algunos de ellos llevaban una mina inerte como castigo por no ejecutar correctamente ejercicios previos, elevando el peso del macuto hasta los 12 kilos. Varios militares fueron atendidos por hipotermia y otro de los soldados fue rescatado en parada cardiorrespiratoria y reanimado a tiempo por un compañero.

El próximo viernes, 22 de marzo, el capitán al mando de estas maniobras tendrá que comparecer como investigado.

Además de la tragedia de Cerro Muriano y de lo ocurrido con los nueve militares en el Pirineo aragonés, desde ATME recuerdan también que en febrero un militar murió y otro resultó herido en un accidente de tráfico cuando regresaban de unas maniobras, en la A-5 sentido Madrid, en Extremadura.

Por ello, desde esta asociación insisten en que la profesión militar es de riesgo y, aunque se prepara a sus miembros para las situaciones más extremas y peligrosas, «no es óbice para minimizar todos los riesgos posibles».