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Los pueblos blancos más bonitos a 1 hora de Sevilla que tienes que ir en el puente de diciembre

pueblos puente diciembre
Vista aérea de Carmona. (Foto: iStock)
Blanca Espada

El puente de diciembre está a la vuelta de la esquina por lo que, teniendo un fin de semana largo de tres días, nada como preparar una pequeña escapada. Para muchos serán días de descanso, para otros, días para comenzar a decorar la casa con el ambiente navideño, pero ¿ y si visitamos un bonito pueblo? En el caso de que vivas en Sevilla, tienes sus famosos pueblos blancos a apenas una hora, así que ¿cuáles son los mejores para visitar este puente de diciembre?.

Desde Sevilla, las escapadas cortas tienen un encanto especial. Basta mirar el mapa para comprobar que, en un radio de algo más de una hora en coche, hay pueblos que parecen pensados para esta época del año, con calles tranquilas, luces de Navidad y ese ritmo pausado que solo se encuentra en la Andalucía de interior cuando llega el frío. Algunos están realmente cerca y otros requieren un poco más de carretera, pero todos tienen algo en común: merece la pena la visita. Así que si estás pensando en una ruta sencilla para el puente, con buenos paisajes, cascos históricos cuidados y buena gastronomía, esta selección de pueblos puede servirte como punto de partida para planear tu escapada sin prisas.

Carmona

Carmona es, probablemente, la escapada más fácil desde Sevilla y una de las más agradecidas. En algo menos de una hora estás ya caminando por un casco histórico amurallado que funciona casi como un museo al aire libre. El Alcázar de la Puerta de Sevilla, las murallas y las vistas desde el Parador permiten entender por qué este municipio lleva años siendo uno de los favoritos para una excursión de día desde la capital.

En diciembre, el pueblo se llena de luces y de un ambiente navideño muy bonito, aunque sin estridencias. Es el típico lugar donde puedes combinar una visita cultural por la mañana con un almuerzo largo a base de guisos, tapas clásicas y postres de siempre. Para el puente de diciembre, es la opción perfecta si buscas algo cómodo, sin demasiada carretera y con mucho que ver sin tener que correr.

Montellano

Montellano es uno de esos pueblos que pasan desapercibidos hasta que llegas y ves cómo la sierra se mezcla con un caserío blanco muy bien conservado. Está a algo menos de una hora de Sevilla, así que es una escapada fácil para el puente de diciembre. Su zona alta ofrece vistas amplias de la campiña y del cerro de San Pablo, un paisaje que en diciembre tiene ese punto de luz suave que invita a pasear sin prisa. El centro es tranquilo, con bares de cocina casera y calles que mantienen la esencia andaluza de siempre. Es un destino sencillo, cómodo y muy agradecido para una mañana de ruta o para una parada dentro de un recorrido más amplio por los pueblos blancos.

Pruna

Pruna es uno de los pueblos blancos más genuinos de la provincia de Sevilla. Encaramado a una ladera y coronado por el castillo de Hierro, tiene esa imagen de postal que muchos buscan cuando piensan en una escapada rural. El trayecto desde Sevilla ronda la hora y poco, y la llegada compensa: un casco encalado, callejuelas estrechas y un ambiente muy tranquilo en invierno. Desde el castillo, las vistas hacia la sierra y los campos que rodean el municipio son espectaculares. En el puente de diciembre suele haber algo más de movimiento, pero sigue siendo una buena parada para quienes buscan un destino pequeño, fotogénico y muy andaluz.

 

Olvera

Olvera se sitúa ya en la provincia de Cádiz, pero sigue siendo una opción muy accesible desde Sevilla, a poco más de una hora. Es uno de los pueblos blancos más bonitos de Andalucía y una de las entradas naturales a la Ruta de los Pueblos Blancos. Su perfil, con la iglesia de la Encarnación y el castillo sobre la colina, es reconocible incluso antes de llegar. El centro conserva calles empinadas, casas encaladas y rincones llenos de historia. En diciembre, el ambiente es tranquilo y luminoso, perfecto para pasear, tomar un café en la plaza o disfrutar de las vistas desde la muralla.

Aracena

Aracena es ya un clásico de las escapadas invernales desde Sevilla. El trayecto, de algo más de una hora, lleva hasta la sierra de Aracena y los Picos de Aroche, un entorno que en diciembre muestra su cara más agradable, con frío moderado y montes verdes. El castillo, la iglesia que lo corona y, sobre todo, la Gruta de las Maravillas son paradas casi obligatorias.

A todo eso se suma la gastronomía. La zona vive en torno al cerdo ibérico y al jamón de Jabugo, que se encuentra en prácticamente cualquier carta de la zona. Ir a Aracena durante el puente de diciembre es una buena idea si lo que buscas es combinar paseos tranquilos, algo de senderismo sencillo y una comida de las que se alargan sin mirar el reloj.

Montoro

Y por último Montoro, en la provincia de Córdoba, se encuentra algo más lejos, en torno a una hora y veinte desde Sevilla, pero entra de lleno en el catálogo de pueblos blancos que merece la pena conocer en estas fechas. El caserío blanco encaramado sobre una curva del Guadalquivir ofrece una de las vistas más bonitas de la zona, con las casas apiñadas formando una especie de anfiteatro natural sobre el río.

El centro histórico conserva calles estrechas, plazas pequeñas y varios templos que ayudan a entender la importancia que tuvo el municipio en otros tiempos. En diciembre, las luces navideñas y algunos pequeños eventos locales aportan el toque festivo justo. Es un destino interesante para quienes quieren salir un poco del circuito más habitual y buscan un pueblo menos masificado pero igual de fotogénico.

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