Plaga de okupas en urbanizaciones familiares de Sevilla: violentos, delincuentes y maltratadores de perros

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Borja Jiménez

La urbanización de Cerro Alto, en el municipio sevillano de Espartinas, sufre una auténtica plaga de okupas. En apenas una manzana, OKDIARIO ha podido ver tres casas okupas entre viviendas familiares. Esas familias, de hecho, han sido las que nos han guiado por las calles de la urbanización hasta las casas en las que se encuentran estos delincuentes. Eso sí, lo han hecho sin dar la cara por el miedo a represalias.

En la primera, la de Sandra, los okupas han destrozado coches y amenazan a todo aquel que intenta echarles, en la segunda, este periódico ha podido comprobar de primera mano las pésimas condiciones en las que vive un perro, y la tercera, con cuyos okupas hemos hablado, son quienes han tenido varios problemas con unos vecinos que consideran que son los «más conflictivos».

Los lectores de OKDIARIO Andalucía ya conocen la historia de Sandra, una joven sevillana a la que los violentos okupas que le han quitado la casa le pueden dejar en la calle si no se marchan antes del próximo 31 de octubre, fecha en la que le vence su alquiler, que no puede seguir pagando debido al cierre de su negocio por la crisis del coronavirus.

Sin embargo, por desgracia, no es el único caso. Al otro lado de la calle se encuentra una segunda casa okupa. En esta ocasión pertenece a un banco y, según dicen los vecinos, no son conflictivos. Sin embargo, cuando este periódico ha podido ver el interior de la casa ha podido comprobar cómo yacía en el suelo un perro que ni siquiera reaccionaba ante nada y que se encontraba en pésimas condiciones. De hecho, el patio de esa casa okupa está completamente repleto de excrementos de un animal que los vecinos dicen no haber visto jamás. Y es que estos delincuentes nunca le han sacado a pasear. 

«Nosotros llamamos a los municipales porque en la cuarentena estaban tirando muebles en mitad de un camino por el que suele pasar mucha gente. No sabíamos que eran okupas, aunque lo sospechábamos, pero fueron los propios policías quienes nos lo confirmaron», explica uno de los vecinos a OKDIARIO.

Y aquí no acaba la cosa. De nuevo, los vecinos nos llevan a otra casa okupa que se encuentra a escasos metros y cuyos ‘inquilinos’ son «los más conflictivos». «Sobre todo son peleas entre ellos, se amenazan de muerte, se gritan. Yo siento auténtico miedo», denuncia otro de los vecinos.

«Hasta hace poco tenían plantaciones de marihuana», denuncia otro, que explica que hay quienes han tenido problemas con estos okupas. Además, según estos mismos vecinos, hasta hace poco tenían dos perros bóxer de raza «para crías». Hasta que los propios vecinos denunciaron la situación, toda vez que a uno de los dos perros «lo tenían medio muerto en el patio a uno».

Este okupa, con el que ha podido hablar OKDIARIO, niega la mayor. «Podéis preguntar a quien queráis y no hay problemas de nada», asegura. El motivo: «Tenemos niños chicos y no…». «La casa es de un banco y no nos piden nada», admite el delincuente, que reconoce que llevan ahí seis meses y que, aunque la Policía va de vez en cuando, no tienen intención de salir. «No tenemos intención de irnos. Si tuviéramos algo mejor sí que nos vamos, pero de momento no», señala.

«Luz y agua tenemos… pero enganchados», reconocen los delincuentes, que niegan ser conflictivos y señalan directamente a los okupas de la primera casa, la de Sandra, que cada día se concentra junto a sus vecinos, familiares y amigos para tratar de echar a estos individuos de su casa y, de paso, plantar cara ante este tipo de delitos.

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