Imputados los dos últimos exalcaldes socialistas de Huévar por presunta compra de votos en 2015

Los dos últimos exalcaldes socialistas de Huévar del Aljarafe (Sevilla), Rafael Moreno y Aurea Borrego, tendrán que declarar en calidad de imputados, ahora investigados, sobre la presunta compra de votos en las elecciones municipales de 2015. La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla han estimado el recurso de apelación del PP, lo que ha propiciado que sendos exalcaldes se tengan que sentar en el banquillo.

En dicho auto pide «librar de oficio a la Policía Judicial de la Guardia Civil para que continúe con la práctica de las diligencias tendentes al total esclarecimiento de los hechos» y obtener del consistorio «la documentación que fuera necesaria».

El PP entiende que el Instructor en la Providencia de 23 de marzo de 2021 «no ha dado cumplimiento a lo acordado por esta Sala». «En nuestro caso, habiéndose admitido a trámite la denuncia e investigándose un posible delito de prevaricación, por la supuesta contratación irregular por parte del Ayuntamiento de varios vecinos, resulta procedente tal hecho en conocimiento del alcalde o alcaldes en el cargo a la fecha de los hechos que se investigan», explican.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cinco de Sanlúcar consideraba que «no constan acreditados actos que cristalizasen en la comisión del delito electoral», por lo que aquellos hechos no eran «punibles», quedando la cosa en «un hecho de naturaleza atípica».

Sin embargo, la decisión del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cinco de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) de archivar provisionalmente la denuncia contra la Agrupación socialista de Huévar del Aljarafe (Sevilla) por presunto delito electoral y malversación de caudales públicos quedó el pasado mes de marzo «sin efecto», toda vez que la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ordenó al juez reabrir la causa.

El investigado hasta ahora era el que fuera primer teniente de alcalde socialista de Huévar, Francisco Martín González Bejarano. Sobre él pesa un documento que reflejaría su plan de comprar votos a cambio de trabajos de media jornada para los vecinos.

El investigado socialista reconoció las sospechas: «Es cierto que se habló de realizar dichas captaciones de votos y que formaban parte de un plan preconcebido», pero alegó que el objetivo nunca llegó a «materializarse». Ahora, serán los dos exalcaldes socialistas quienes se sentarán en el banquillo.