El horror de una residencia de mayores de Sevilla: comida en mal estado y ancianos atados con sábanas
La Junta de Andalucía ha cerrado la residencia de ancianos Jesús del Gran Poder de Sevilla, donde los mayores vivían un auténtico horror que iba desde tener que alimentarse con comida en mal estado o caducada hasta ser atados con sábanas por los trabajadores. Una pesadilla, que la Junta ha dado por terminada ordenando su cierre inmediato por sus numerosas irregularidades.
La Sección de Mayores y Personas con Discapacidad de la Fiscalía de Sevilla, dirigida por el fiscal Norberto Sotomayor, abrió diligencias de investigación el pasado mes de marzo. La Junta de Andalucía había hecho una inspección en la citada residencia y detectó todo tipo de irregularidades, por lo que denunció ante la Justicia. Además, el Ejecutivo de Juanma Moreno decidió el pasado 24 de marzo el cierre de este centro, de titularidad privada, y que se encuentra en la calle Manuel Siurot de Sevilla.
Según cuenta Diario de Sevilla, que cita fuentes de la Fiscalía, en las inspecciones realizadas al geriátrico se vio cómo se ofrecía a los ancianos comida caducada y escasa. Además, comprobaron cómo estaban «mal atendidos». La comida que se les facilitaba era, según el citado medio, «poca, estaba mal conservada y en algún caso caducada».
Además de todo esto, la inspección también detectó la falta de autorización judicial en el internamientos de los mayores, que fueron incluso atados con sábanas sin ningún tipo de control médico. Una auténtica tortura para los ancianos, que nada podían hacer ante tal maltrato.
Según las citadas inspecciones, también se detectó que se habían producido varias caídas de las personas mayores internas, y había una falta de asistencia sanitaria generalizada. Por último, la Junta de Andalucía también descubrió que el aforo del centro superaba el límite, por lo que había más personas dependientes de las que en podía tener dicho centro, ya cerrado por el Ejecutivo de Juanma Moreno.
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