La defensa del cabo ahogado en Córdoba exculpa a la cadena de oficiales y apunta a los mandos inferiores
Los padres del otro soldado fallecido sí han denunciado al capitán y a la cadena de mando
La Fiscalía considera que el caso es competencia de la justicia militar
El abogado del cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, que el pasado 21 de diciembre falleció ahogado junto al soldado Carlos León Rico durante unas maniobras en un lago de la base militar de Cerro Muriano, en Córdoba, considera que la responsabilidad de los hechos recae en los mandos inferiores y no en la cadena de oficiales.
En declaraciones a Canal Sur Radio, el letrado ha afirmado que es «un planteamiento erróneo» centrarse en la cadena de oficiales y ha defendido mirar hacia abajo, apuntando a «los suboficiales, el sargento o el teniente que dieron la orden y que eran los que tenían que tener en cuenta que se diesen todos los requisitos de seguridad que no se llevaron a cabo».
Las familias de ambos militares están personadas en las diligencias previas incoadas por el Juzgado de Instrucción nº 4 de Córdoba, si bien los padres de Carlos León Rico han denunciado al capitán responsable del ejercicio, retirado del mando por el Ejército de Tierra a cuenta de los hechos, y a sus tres superiores inmediatos, un teniente coronel, un coronel y un general, con la expresa petición de que todos ellos sean llamados como investigados al procedimiento judicial.
La justicia militar pide el caso
Entretanto, el Juzgado Togado Militar Territorial nº 21, con sede en Sevilla, ha solicitado al juzgado cordobés que se inhiba a su favor en este caso. Las diligencias giran en torno a la supuesta comisión de dos delitos de homicidio imprudente, ya que los dos militares fallecieron realizando un ejercicio práctico.
En este sentido, la Fiscalía Provincial de Córdoba considera que «la jurisdicción militar es la competente para continuar con la investigación» de las muertes del cabo, de 34 años y natural de Adamuz (Córdoba), y del soldado, de 24 años y natural de El Viso del Alcor (Sevilla), tal y como se lo ha hecho saber al Juzgado de Instrucción nº 4 de Córdoba.
Los militares exigen saber qué pasó
Según la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), el suceso «se produjo sobre las 9:00 horas, con una temperatura muy baja (unos 4 ºC), mientras se realizaba ejercicio de paso de cursos de agua con equipo completo en el embalse situado en el campo de maniobras» de la base de la Brigada Guzmán el Bueno X. En dicho ejercicio «participaban, entre otros, los nuevos militares que se habían incorporado hacía pocos meses del centro de formación, los cuales, a la finalización de éste, recibirían la tradicional boina de la unidad», según precisa la asociación de militares profesionales.
ATME ha solicitado «información sobre el número de horas, recogidas en el plan de instrucción, que realizó el personal de nueva incorporación que participaba en el ejercicio, con el fin de aprender los procedimientos que se deberían poner en práctica para saber reaccionar en las situaciones ambientales en que se realizó el ejercicio dentro del embalse». También reclama saber «si el ejercicio de paso de cursos de agua estaba recogido en la programación de las maniobras y qué medidas sanitarias y de seguridad se tomaron», tales como la «presencia de ambulancia, médico o sanitario».
Por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, visitó el pasado jueves la base militar de Cerro Muriano, sede de la Brigada Guzmán el Bueno X, para ponerse «a disposición» de las familias y trasladarles su «más sentido pésame». «Si ha habido errores, se tienen que saber. Se lo debemos al cabo, al soldado y a sus familias», declaró, instando a los compañeros de las víctimas a que, «cuando declaren ante el juez, lo hagan sin reserva alguna». Durante su visita, acompañada de distintos mandos castrenses, la ministra se acercó hasta el lago donde murieron los jóvenes militares para depositar un ramo de flores en su honor y dedicarles una oración y un minuto de silencio.
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