Las Damas de Blanco piden a Calvo que «preste atención» a las perseguidas por la dictadura cubana
En una carta le explican que "las activistas son constantemente golpeadas y recluidas cada domingo, por miembros de la policía política cubana
Reclaman a la vicepresidenta atención a todas las mujeres más allá de ideologías en un momento en que "el mundo vive una ola de reivindicaciones" feministas
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos y la Asociación Damas de Blanco han escrito una carta a la vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, para denunciar «la represión que sufren las mujeres opositoras en Cuba», en un momento en que «el mundo vive una ola de reivindicaciones y avances en favor de las mujeres».
Según ha informado este miércoles el Observatorio, una organización opositora con sede en Madrid, 11 mujeres de las Damas de Blanco han sido encarceladas en los tres últimos años, cuatro de ellas entre marzo y julio de 2018. Por eso, le piden a Calvo que «como política comprometida con las reivindicaciones de las mujeres, preste atención solidaria a la realidad que viven las opositoras en Cuba».
Según dicen, «las activistas son constantemente golpeadas y recluidas cada domingo, por miembros de la policía política cubana» y «sufren actos de repudio frente a sus casas».
Así, afirman que, mientras todo el mundo toma conciencia de la necesidad de igualdad, «Cuba parece estar ajena a estas reivindicaciones del movimiento feminista internacional».
En un reciente informe, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos denunció «al menos 202 detenciones arbitrarias en el mes de julio, lo que confirma la continuidad del clima represivo durante el gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel».
Según sus cifras, hubo «143 acciones represivas contra mujeres y 59 contra hombres», lo que muestra «el ensañamiento del gobierno de Cuba contra el activismo femenino».
Las Damas de Blanco, premio Sajarov del Parlamento Europeo en 2005, aseguran que fueron la organización más afectada por las «detenciones arbitrarias» y que a las integrantes del colectivo «se les impide habitualmente asistir a misa, entre otros actos de hostigamiento físico y verbal».