Las 3 enfermedades más comunes de los gatos

Los gatos son unas de las mascotas más populares que existen en el mundo, justo por detrás de los perros. Es importante cuidarles como se merecen, brindándoles una buena educación y proporcionándoles una dieta saludable y equilibrada. Ahora bien, a pesar de los enormes beneficios de convivir con un felino, hay varias enfermedades comunes de los gatos que es fundamental conocer.

Otitis

Del mismo modo que ocurre con los niños, la otitis es mucho más frecuente en gatos cuando son cahorros, sobre todo si no están bien alimentados y viven en un entorno donde la higiene es deficiente.

Se trata de una inflamación del oído provocada por una bacteria, y causa irritación, dolor y supuración. Si el animal no recibe tratamiento a tiempo, podría perder la audición, parcial o totalmente.

Aunque los gatos pueden sufrir otitis durante todo el año, es mucho más común  en primavera por el incremento del polen y el polvo.

Trastornos gastrointestinales

Los gatos también pueden sufrir trastornos gastrointestinales, y los síntomas más habituales son vómitos, diarrea, pérdida de apetito y gases.

La gastroenteritis parasitaria afecta principalmente a cachorros y los síntomas dependen de la carga parasitaria y del estado inmunitario del animal.

Las lombrices redondas son el parásito intestinal más habitual en gatos. Son gusanos que miden entre cuatro y ocho centímetros de largo y viven en el intestino de los mininos.

Insuficiencia renal crónica

Y, por último, la insuficiencia renal crónica, una de las enfermedades más comunes de los gatos, y también una de las más peligrosas. Según varios estudios, una vez cumplen los siete u ocho años de vida, tienen un 60% de probabilidades de sufrir esta enfermedad que afecta a los riñones.

En lo que respecta a los síntomas, los más notorios son: el gato bebe grandes cantidades de agua, pierde el apetito, va continuamente al arenero pero no orina, tiende a agachar el culo al caminar…

El mal funcionamiento de los riñones durante un largo periodo de tiempo pone en riesgo la vida del animal. Por este motivo es tan importante actuar con rapidez ante la más mínima señal de alarma.

No hay ninguna medida 100% infalible para evitar estas enfermedades en los gatos. Sin embargo, si reciben una buena alimentación, van al veterinario de forma periódica y tienen todos los cuidados que necesitan, es mucho menos probable que las sufran.