Todos pillaban de Venezuela
Las labores de asesoramiento y consultoría que hicieron los dirigentes de Podemos en Venezuela eran tan sólo una manera de financiar la génesis del partido. Monedero, a 425.000 euros por un trabajo para el Banco del ALBA que jamás vio la luz, o Carolina Bescansa con su consultoría para Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) son dos ejemplos. Mientras Pablo Iglesias decía que «Chávez era la democracia», los miembros de la actual cúpula morada cobraban sus asesorías a precio de oro con la connivencia del régimen chavista. La finalidad era traer las doctrinas bolivarianas hasta España. La última prueba que les ofrecemos en exclusiva es cómo Nicolás Maduro entregó personalmente en octubre de 2013 la cantidad de 142.000 dólares a Carolina Bescansa y dos líderes del 15M. Una fecha significativa: a menos de tres meses de que se creara Podemos. Evidencia de que, más allá de los 7 millones de euros pagados a la fundación CEPS, hay una lista inacabable de podemitas a los que Venezuela les abrió el grifo monetario. El petróleo, en concreto, fue la excusa para pagar esa cantidad a Bescansa, Ariel Jérez y Jorge Lago.
En teoría, los tres sociólogos debían diseñar una campaña política y comunicativa para presentar la compañía estatal PDVSA en el Congreso Mundial del Petróleo de Moscú. Sin embargo, la realidad era bien distinta. El fin último era apoyar económicamente la difusión y propaganda de los movimientos chavistas tanto en América Latina como en nuestro país. Los dirigentes de Podemos siempre contaron con el ingente soporte de Venezuela antes de crear el partido en enero de 2014. En el último caso que les mostramos este viernes, resulta cuanto menos paradójico que esa importante suma cayera precisamente en las manos de acaudalados miembros como la propia Carolina Bescansa o Jorge Lago.
El candidato al Congreso de Unidos Podemos por Salamanca declaró en 2014 más de 800.000 euros en una cuenta bancaria así como numerosos inmuebles en Madrid y otras ciudades. Además de ellos, Pablo Iglesias, Luis Alegre, Íñigo Errejón o el propio Monedero también bebieron con abundancia del maná venezolano. Una pena que hubiera tanto dinero para inocular el populismo en España y, sin embargo, la sanidad y la educación hayan quedado arrasadas por la dictadura de Maduro. La irresponsabilidad de los morados a la hora de aceptar estas ayudas define su altura política. Profesores acomodados que juegan a la revolución sobre un colchón mullido a pesar de que el dinero proceda de regímenes opresores.