Entrevista inédita en OKDIARIO cuando se cumplen 5 años de su muerte

Fiscal Nisman: «Los iraníes tienen que pagar por el atentado contra los judíos en Argentina»

Este sábado se cumple el quinto aniversario de la muerte del fiscal argentino que se atrevió a investigar el papel de Irán en el atentado antijudío más grave de la historia de Argentina, en 1994.

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OKDIARIO publica la entrevista inédita concedida por el fiscal Nisman a ACOM

El fiscal Alberto Nisman fue encontrado muerto en su casa, con un tiro en la cabeza, el 18 de enero de 2015. El polémico suceso se produjo tras la acusación de Nisman a la entonces presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y a un nutrido grupo de funcionarios públicos y estrechos colaboradores de la misma, de encubrir a los iraníes presuntos responsables del atentado perpetrado contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires, en 1994. Un terrible suceso que se saldó con 85 fallecidos y más de 130 heridos.

El azote de Fernández de Kirchner apareció muerto en extrañas circunstancias un día antes de acudir al Congreso para argumentar sus acusaciones contra la líder del Ejecutivo argentino y miembros de su equipo. Se hizo pasar como un suicidio. Nisman estaba convencido de que los máximos dirigentes del régimen iraní ordenaron la masacre con coche bomba contra el edificio de la institución judía.

OKDIARIO publica en el quinto aniversario de su muerte una entrevista inédita realizada a Alberto Nisman en Madrid cuando sus diligencias de investigación estaban en pleno curso. Resulta estremecedor escuchar al fiscal explicar las oscuras tramas que el yihadismo iraní tejió presuntamente en Argentina.

La información desvelada por Nisman toma especial relevancia en plena escalada de tensión entre la teocracia iraní y Estados Unidos, tras el ataque a una base militar. Desde la Asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) en España recuerdan que se trata del mismo régimen que «financió a Podemos y empleó en HispanTV a Pablo Iglesias hasta la semana pasada en la que el patrocinado de los ayatollahs se ha convertido en vicepresidente del Gobierno de España».

«Nisman investigaba la confluencia del narcochavismo con el yihadismo iraní que tiene las manos manchadas de sangre, en particular judía, y expresamos nuestra profunda preocupación de que sus patrocinados en España hayan alcanzado puestos en el actual Consejo de Ministros», lamentan desde ACOM.

Nisman también habló sobre el general iraní Qasem Soleimani, muerto en el ataque a la base militar iraní de hace unas semanas:

«El día 18 de julio del año 1994, a las 09.53 horas, un coche bomba adaptado en un vehículo Renault Traffic, conducido por la persona que luego se inmoló, un militante de Hezbolá, Ibrahim Hussein Berro, se estrelló contra la sede de la asociación mutual israelita argentina».

«Ya para esa fecha los movimientos eran muy activos. Hemos probado que ya desde varios años antes al atentado Irán convirtió la sede de su embajada (en Buenos Aires), prácticamente en una estación de inteligencia. Mucha gente vinculada con los servicios de inteligencia argentinos estaba cumpliendo funciones en la embajada y hubo toda una tarea de captación de personas del Islam -que hay que reconocerlo, es una religión que profesa la paz- para buscar elementos radicalizados o que podían prestarse a esta tendencia para cometer estos hechos», recuerda ante las cámaras el fiscal. «Así sucede con la mezquita de Floresta, convertida en un agrupamiento de estas personas de ideología extrema que dieron un gran apoyo a los artífices del atentado, ya en el año 94».

Se refiere Nisman a la mezquita chiita, creada por Moshen Rabbani con dinero de Irán, que fue mentora de activistas que apoyaron el terrorismo islámico, y al Hezbolá, y principal promotora de la yihad en Sudamérica.

«Técnicos iraníes de los que seguramente muchos de ellos ahora están trabajando en el desarrollo del Plan Nuclear de Irán estudiaron en el Instituto Balseiro», apuntaba Nisman para poner en evidencia el grado de penetración del islamismo chiita en Argentina.

«Hemos encontrado una importante cantidad de estudiantes crónicos de medicina, que nunca terminaban la facultad, muchos de los cuales trabajaban como taxistas y que rotaban por diferentes lugares, incluidas empresas fantasma que los iraníes utilizaban como cobertura para traer gente a inteligencia». «Así es como poco a poco se fue planificando todo esto», vuelve a referirse el fiscal al atentado que da origen a sus investigaciones.

Nisman era consciente de la dificultad de que los responsables iraníes tras la masacre de 1994 fuesen puestos a disposición de la Justicia argentina: «Es lo que más deseo. Pero Irán se bloquea y cubre a sus funcionarios». «En una de las últimas reuniones que mantuvimos con Interpol», relata, «nos enteramos de que el expositor iraní (en la comisión de investigación) sostuvo que una de las principales personas implicadas en busca y captura – era el tercer secretario de la embajada iraní en Buenos Aires y actualmente embajador iraní en India- se encontraba de vuelta en Irán, y no le dejaban salir del país hasta que se aclarase la situación».

Pero Nisman no se daba fácilmente por vencido: «Nosotros no vamos a bajar los brazos y vamos a insistir permanentemente hasta lograr que estas personas se sienten ante la Justicia argentina y los familiares» de las víctimas del atentado «tengan una explicación de lo que pasó y los culpables paguen en la cárcel el terrible crimen que han cometido».

 

 

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