De senderismo por rutas… muy elevadas
¿Quién no ha hecho senderismo? Quién no ha cogido la mochila y se ha tirado al monte o a la pradera a caminar por sendas? ¿Quién no ha disfrutado de un rato exquisito en la Naturaleza? Probablemente todos los lectores alguna vez se han oxigenado de este modo. Pero en esta ocasión hablamos de senderismo en sitios diferentes; en rutas un tanto… elevadas.
Senderismo en Cataluña
Siurana, en la sierra del Montsan, en Cataluña, fue un pueblo inexpugnable dada su situación. Está enclavado en la cima de una colina con un solo paso. El viajero puede hacer una ruta que sale del castillo y sube hasta el pueblo. En ella puede ver el “salto de la Reina Mora”, llamado así porque Abdelaiza, la hija del valí de Siurana, se tiró por este acantilado con su caballo para no caer en manos de las tropas cristianas. Del mismo Siurana parten varias rutas algo menos espectaculares pero de gran belleza. Además es buena zona para hacer escalada, montar en canoa o darse un baño.
Senderismo en Aragón
Si la anterior ruta no ha parecido lo suficientemente espectacular, el viajero puede acudir al valle de Ordesa, en Huesca. En él se encuentra la Faja de la Flores, llamada así por la gran cantidad de flores de nieve que hay en la zona. En la distancia sólo parece una grieta en la pared. Sin embargo, es un camino de 3 Km. con una anchura que oscila entre 3 y 7 metros. Y lo más espectacular: más de 1.000 metros de caída hasta el valle. Para esta ruta hay que contar con experiencia en alta montaña, tener buena forma física y, por supuesto, no sufrir vértigo.
Entre Huesca y Lleida
Pero si hablamos de vértigo, la ruta que va desde Montfalcó, en Huesca, a la Masieta, en Lleida, se lleva la palma. En ella se sube por escaleras como las de la imagen inferior. Con 291 escalones divididos en dos tramos y un desnivel de 83 metros, bajo dichas escaleras está el río Noguera-Ribagorzana. Un paseo inolvidable.