Flores para dar placer a tu… gusto
Recorrer el mundo degustando la gastronomía de cada lugar es un placer al alcance de muy pocos. Siempre que viajamos tratamos de sumergirnos en los placeres del paladar de aquellos lugares que visitamos. Pues bien, de un tiempo a esta parte hay uno que viene experimentando un importante auge: las flores. No en vano hay unas 240 especies comestibles. Cada vez más platos los adornan con flores pero no sólo como ornamentación, sino para comérnoslas.
Flores por el mundo
Si bien es cierto que a las hierbas aromáticas como el tomillo, el eneldo, el romero o la menta, por nombrar sólo algunas, ya estamos acostumbrados desde hace tiempo, hay que empezar a habituarse al gusto que aportan las flores. Porque en numerosos países que solemos visitar en nuestro tiempo de esparcimiento se emplean en la cocina:
- Si viajamos a Italia, son muy normales las flores del calabacín rebozadas y fritas, o como relleno de pasta, sopas, etc.
- En Japón se sirven en forma de tempura (no podía ser de otro modo).
- Si el viajero recorre Túnez o Argelia, hallará que las rosas son empleadas para aromatizar platos como el cuscús o incluso algunos guisos de cordero.
- En Indonesia, en cambio, nos servirán flores de jazmín para dar aroma a platos de diferentes aves.
- Y por qué no remitirnos al pasado: antiguamente en India y Grecia utilizaban habitualmente la caléndula para dar sabor a las bebidas.
- En el resto de países europeos se empiezan a utilizar con mas asiduidad. Como bien saben todos los lectores, se han estado empleando las violetas para hacer caramelos y helados; y otras con el objetivo de aromatizar bebidas y ensaladas (sobre todo para dar color y decorar).
Cabe señalar que hay plantas de las que estamos utilizando sus hojas o sus frutos pero no sus flores, cuando también son comestibles, como es el caso de: salvia, romero, orégano, menta, hinojo, cítricos, cilantro, albahaca o rúcula, entre otras.
Si el viajero se emociona y decide copiar lo que ha visto en su periplo para cocinar en casa, ha de tener mucho cuidado, pues no todas las flores son comestibles. Hay que tener muy claro cuáles son tóxicas para no acabar en el hospital.