El pueblo más desconocido de España: tiene cárcel real, murallas y un palacio de los Duques de Alba
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Coria, situada en la provincia de Cáceres, es uno de los tesoros ocultos de Extremadura, un lugar donde cada paso te transporta al pasado. Considerada una de las localidades más antiguas de España, cautiva con su atmósfera cargada de misterio y leyendas.
Sus calles estrechas y laberínticas están rodeadas por murallas romanas, mostrando su rico legado histórico de influencias árabes y cristianas. En la antigüedad, fue sede episcopal y tuvo un importante papel político y militar, destacando la Casa de Alba en su historia.
Coria, un pueblo con historia
Coria es un enclave histórico y monumental, con una historia milenaria que la convierte en uno de los asentamientos más antiguos y fascinantes de toda España. Además, alberga el Obispado más antiguo de Extremadura. A lo largo del tiempo, esta ciudad ha pasado de ser una tierra realenga a convertirse en un señorío de condado y, finalmente, en la posesión del ducado y sede del marquesado de la Casa de Alba en 1472.
Su legado cultural se ha forjado a lo largo de los siglos por diversos pueblos que han habitado estas tierras. Desde los celtas hasta los cristianos, pasando por romanos, visigodos, árabes y judíos, cada uno dejó su marca en los evocadores rincones de la ciudad antigua. Desde la antigua Caura celta vettona hasta la Coria cristiana, esta tierra ha sido codiciada estratégicamente durante la Reconquista hasta su toma final por el rey Alfonso IX de León en 1213.
Lugares de interés
Coria, la Muy Noble y Muy Leal Ciudad, ofrece a sus visitantes una experiencia única, donde historia, arte y leyendas se entrelazan en cada rincón de sus calles empedradas y antiguas construcciones.
Uno de los lugares más emblemáticos es su majestuosa Catedral de Santa María, que a lo largo de los siglos ha sido testigo del paso de millones de creyentes y curiosos. Esta imponente edificación, con su estilo plateresco y elementos barrocos, alberga la famosa reliquia del mantel sagrado de la Última Cena, objeto de veneración desde tiempos medievales.
Otro punto de interés es el Castillo de los Duques de Alba, construido sobre una antigua fortificación templaria y que aún conserva su imponente presencia defensiva. Aunque no es accesible al público, su imponente estructura exterior sigue cautivando a los visitantes.
El Ayuntamiento de Coria, ubicado en la Plaza de España, es otro monumento destacado. Este edificio del siglo XV alberga la Escuela Municipal de Música y la Cárcel Real, una prisión del siglo XVII que ha sido restaurada y convertida en un museo arqueológico, mostrando la vida de los presos durante siglos.
Las Murallas, con más de un kilómetro de extensión, son uno de los vestigios romanos mejor conservados de España. Estas imponentes estructuras, con sus torres y puertas, son testigos de la historia milenaria de Coria y ofrecen un paseo fascinante por el pasado de la ciudad.
Y para aquellos que buscan explorar los alrededores, la Sierra de Gata y el Parque Nacional de Monfragüe ofrecen una experiencia única en contacto con la naturaleza y la historia de Extremadura.
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Los pueblos más bonitos de Cáceres
San Martín de Trevejo, situado en la Sierra de Gata cerca de la frontera con Portugal, es un pueblo tranquilo rodeado de bosques de robles y castaños. Sus calles empedradas y su arquitectura medieval, como la Iglesia Parroquial de San Martín de Tours, lo convierten en un conjunto Histórico-Artístico.
Valverde de la Vera, un municipio de origen medieval, alberga el castillo de los Condes de Nieva y la iglesia parroquial de Santa María de Fuentes Claras. Sin embargo, su fama radica en la fiesta de Los Empalaos durante Semana Santa, cuyos detalles se pueden descubrir en el Museo del Empalao, ubicado en una casa tradicional verata.
Hervás, en el Valle de Ambroz, destaca por su antigua judería, una de las mejor conservadas de España, así como por sus casas entramadas y convento de los Trinitarios. Además, presume de tener una de las calles más estrechas de España, la Travesía del Moral.
Robledillo de Gata, un pueblo de menos de 100 habitantes, conserva su encanto rural con casas de adobe, piedra y madera, así como bodegas dedicadas a la producción de vino. El Molino del Medio, un antiguo molino aceitero convertido en museo, es un símbolo del pueblo.
Trujillo, con un pasado que se remonta a los romanos, visigodos y árabes, es un enclave histórico con monumentos como el Castillo y la Plaza Mayor renacentista. Sus palacios, como el de los duques de San Carlos, completan la visita por esta ciudad cacereña.
Santa María de Guadalupe, con su Real Monasterio de Nuestra Señora, es un importante destino de peregrinación. El monasterio alberga obras de Zurbarán, Goya y el Greco, entre otros, y su restaurante ofrece especialidades culinarias de la región.