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El pueblo más aislado de España no tuvo luz hasta 1980: los turistas creen que están en una máquina del tiempo

pueblo más aislado de España
Vista panorámica de algunas casas de Bandujo. Foto: Denis Soria en Wikimedia Commons.

Como muchos podrán imaginarse, el pueblo más aislado de España descansa en una región montañosa, rodeado de bosques y praderas que dificultan su acceso. Se trata de un pueblo asturiano, donde la combinación de su ubicación y la falta de infraestructuras hizo que permaneciera desconectado durante décadas, condicionando así su desarrollo y la llegada de servicios básicos.

Hasta finales del siglo XX, sus habitantes vivieron sin electricidad ni agua corriente, dependiendo de métodos tradicionales para el abastecimiento diario. Este aislamiento, además de conservar la arquitectura medieval, permitió mantener costumbres que en otras localidades habían desaparecido hace tiempo.

¿Cuál es el pueblo más aislado de España y que no tuvo luz hasta 1980?

El protagonista en esta ocasión es Bandujo, oficialmente llamado Banduxu en asturiano. Este pueblo se encuentra en el concejo de Proaza y cuenta con 43 habitantes distribuidos en 66 viviendas.

Su historia se remonta a la Edad Media, y muchas de sus construcciones, como la Iglesia de Santa María (siglo X) y la Torre de Bandujo, conservan elementos arquitectónicos de esa época.

Aunque Bandujo parezca modesto, está compuesto por siete barrios: El Barreiru, La Molina, Antelaiglesias, Palacio, La Reguera, Toral y Campal. Entre ellos, destaca el barrio de El Palacio, donde se localiza la torre principal con escudos de los Tuñón, Miranda y Bandujo.

La preservación de hórreos, paneras, molinos y lavaderos refleja la vida rural de siglos pasados, mientras que el cementerio ubicado en una loma evidencia las costumbres funerarias tradicionales que aún se mantienen.

En 2010, el Principado de Asturias declaró el pueblo Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico, por su estado de conservación y valor arquitectónico.

¿Cómo se accede a Bandujo?

Hasta la década de 1980, la única forma de llegar a Bandujo era por la Senda del Oso, un antiguo camino de origen romano que une la localidad con Proaza.

La ruta de 50 km atraviesa bosques, ríos y puentes, y requiere unas dos horas de caminata por tramos con pendiente moderada. Este sendero permitió la comunicación del pueblo con el exterior durante siglos y conserva la sensación de aislamiento que caracteriza al pueblo más aislado de España.

Actualmente, existe una carretera rural de aproximadamente 9 km que conecta Bandujo con Proaza, pero muchos visitantes optan por recorrer la senda para experimentar el acceso histórico.

La ruta incluye zonas empedradas y tramos en zigzag que exigen cuidado, especialmente con lluvia o humedad, y ofrece vistas panorámicas de los barrios y del bosque circundante.

Senderismo en Bandujo

Hoy, Bandujo ofrece rutas de senderismo que permiten conocer la historia del pueblo y su entorno natural. Como se mencionó previamente, la Senda del Oso sigue siendo la opción más representativa, atravesando túneles, pequeños saltos de agua y puentes que reflejan la vida cotidiana del pasado.

Otra alternativa es ascender al Pico Vialar (712 metros), desde donde se obtiene una panorámica completa de los barrios dispersos por la ladera de la montaña.

Clima y entorno natural del pueblo más aislado de España

El aislamiento y la altitud de Bandujo influyen directamente en su clima, que combina características oceánicas de interior y de montaña. Los inviernos son fríos y húmedos, mientras que los veranos se mantienen frescos con elevada humedad. Esta climatología ha favorecido la conservación de los edificios antiguos y la vegetación circundante.

El entorno natural incluye praderías, ríos y pequeños desfiladeros que permiten observar la flora y fauna local, así como disfrutar de cascadas y puentes de madera que forman parte de los senderos históricos.

La combinación de terreno montañoso y vegetación densa refuerza la sensación de aislamiento y explica por qué Bandujo se mantuvo desconectado del resto del país hasta finales del siglo XX.

¿Cómo es la vida cotidiana en este pequeño pueblo asturiano?

El aislamiento prolongado de Bandujo permitió que se conservaran tradiciones centenarias. Por ejemplo, su cementerio es comunal y los nichos no pertenecen a familias específicas: los restos ocupan el lugar que quede disponible según la antigüedad en el camposanto.

Asimismo, el Día de los Difuntos, los vecinos cubren las tumbas con tierra y pétalos, ritual que se mantiene intacto desde hace décadas.

El abastecimiento de agua y la energía eléctrica llegaron en 1980, mucho después que en otros pueblos de Asturias. Hasta entonces, los habitantes dependían de lavaderos comunales, molinos y pozos, lo que condicionaba la vida diaria y reforzaba la autosuficiencia de la comunidad.

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