Estas pequeñas islas españolas sorprenderán al viajero
El experto viajero cree conocer su propio país como la palma de su mano. Ya sean playas escondidas para el turista típico o pueblos con un encanto especial, los ha recorrido en alguna ocasión. Pero siempre hay algo que se le queda en el tintero. Zonas muy poco conocidas que tienen un encanto especial… pero para pocos ojos. Ése es el caso de estas pequeñas islas poco frecuentadas.
Pequeñas islas: La Graciosa
Cuando hablamos de las Islas Canarias, seguramente nadie se acuerde de La Graciosa. A esta isla se accede únicamente en barco desde el norte de la vecina Lanzarote, concretamente desde Órzola.
La Graciosa es una de esas pequeñas islas que parecen diseñadas para viajeros que disfrutan de la tranquilidad. Carece de carreteras asfaltadas y cuenta con rincones especiales. La Bahía del Salado, por ejemplo, es un lugar aislado y rústico. La playa de La Cocina es muy calmada, mientras que las de Las Conchas y La Lambra tienen un oleaje moderado. Por supuesto, el mejor modo de recorrerla es en bicicleta, pues hay caminos para ellas.
Caber señalar además que La Graciosa se encuentra junto a una Reserva Marina y unos de los bancos de pesca más ricos que hay en el mundo. Se pueden realizar inmersiones en torno a los islotes de Roque del Este y del Oeste, Montaña Clara y Alegranza. Y si el viajero no desea volver a Lanzarote y pasar unos días disfrutando de la tranquilidad que da estar en un paraje sin agobios, se puede alojar en Casa Silva.
Pequeñas islas: Columbretes
Y hablando de buceo, para los amantes de este deporte es aconsejable ir a este destino. A las Islas Columbretes de Castellón también se accede únicamente en barco: desde Valencia, Castellón, Oropesa y Alcoceber. Eso sí, de las cuatro islas que forman su Reserva Natural: La Ferrera, La Foradada, El Carollat y La Grossa, sólo se puede visitar ésta última.
El entorno de estas pequeñas islas es de gran valor ecológico por la diversidad de especies de aves, así como por la riqueza biológica de los fondos marinos. Es un lugar perfecto para bucear y hacer snorkel. En la Isla Grossa, de hecho, hay cráteres encadenados con numerosas especies marinas.
Pero no todo es buceo. Un paseo por Isla Grossa no deja indiferente, gracias a sus miradores, al aljibe abovedado que está excavado en la roca, a la cueva del Tabac y al faro reconvertido en Centro de Visitantes.